La Ruta del Vino de Somontano nos lleva a visitar una bodega que para nosotros fue muy interesante, se diferenció con respecto a las que ya habíamos conocido, Bodegas Pirineos, Bodega Blecua y Bodegas Enate, porque en algunos puntos de la visita nos permitieron ampliar nuestros conocimientos enológicos. Bodegas Olvena se encuentra a los pies del Pirineo, fue creada en 1999, su primera añada a la venta fue en 2002, siendo la bodega inaugurada oficialmente en 2005.
El nombre de Bodegas Olvena viene dado por la localidad oscense de Olvena, una pequeña población que por su climatología y las características de su terreno, reúne las condiciones óptimas para poder plantar las mejores cepas seleccionadas en Francia y España, y es donde la bodega concentra la mayoría de los viñedos que la abastecen.
Nos recibieron y guiaron nuestra visita el enólogo José Luis Ruíz y la responsable de relaciones exteriores Mª Ángeles Torres, admiramos el edificio de la bodega, sencillo y bonito, con grandes espacios y ventanales que permiten la entrada de la luz a casi todos los rincones. Nos conducen a la sala en la que se encuentran los depósitos de fermentación y nos hablan sobre los diferentes vinos que producen. Actualmente la bodega cuenta con nueve vinos en el mercado y utilizan las variedades de uva Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Garnacha, Tempranillo, Chardonnay y Gewurztraminer, este año están trabajando con la Garnacha blanca, a ver qué sorpresa nos guardan. En total mueven alrededor de un millón y medio de kilos de uva anuales para elaborar los vinos, que fermentan por separado, unas 30-40 variedades, para después hacer los coupage.
Ahora viene lo mejor de esta visita, el enólogo nos propone conocer los matices que adquiere el vino a su paso por los depósitos de acero inoxidable, las barricas y las botellas. Para ello, nada mejor que catar los vinos en cada una de sus fases. Comenzamos con la primera fase, la cata de vino en rama, esta es la cata de vino sin terminar. Como el resultado será un coupage, probamos primero cada variedad de la uva de forma individual, cuando se encuentran en su primera fermentación. En esta cata se percibe claramente el sabor herbáceo y la falta de maduración, aunque ya se empezaban a apreciar algunos matices escondidos que gracias a las explicaciones del enólogo conseguíamos percibir.
Disfrutamos del proceso por el que pasan los zumos de uva de las variedades Tempranillo, Cabernet y Merlot, variedades que serían empleadas para realizar diferentes coupages. El Tempranillo resultó ser más suave que el resto, de capa media, aunque turbio, sus aromas frutales eran todavía tenues, le falta maduración.
El Merlot ofrecía más volumen en boca y se mostraba más seco y herbáceo, aunque detrás de estos sabores iniciales se podían percibir los sabores dulces (hay que agradecer las explicaciones del enólogo que permitieron que lográramos apreciar matices difíciles para nosotros), la conclusión sobre este vino era que evolucionaba adecuadamente pero que aún le quedaban varios meses de maduración.
El Cabernet mostraba su capa profunda, notas a hollejo maduro, pero poco expresivas, evidentemente todos estos vinos se encontraban en proceso.
Proseguimos con otros depósitos que ya cuentan con algunos meses más, tanto el aroma como el sabor del vino está más evolucionado, se perciben las notas dulces y frutales, somos testigos de la maduración y de la fuerza que está adquiriendo el vino. Nuestro siguiente destino es la sala de barricas, una impresionante estancia en la que se almacenan cientos de barricas, en total unas 1.600 de roble francés, roble americano, roble centroeuropeo (húngaro).
Nos explican que cada tipo de madera sirve para conferir al vino determinados matices, así el americano, por ejemplo, conferiría aromas dulzones y avainillados al vino y el francés proporcionaría el sabor varietal.
El enólogo nos propone realizar una cata del coupage con las variedades de uva catadas anteriormente, vamos, una gozada para seguir aprendiendo y comprendiendo los procesos por los que pasa el vino. En este caso es un coupage de la añada del ejercicio anterior que todavía se encuentra en barrica. Gracias a una especie de larga probeta, extrae el vino que llena la copa.
Aquí ya se perciben muchos más matices en el vino, cada uva proporciona lo mejor de sí misma para lograr un equilibrio en nariz y en paladar. Aún le faltan unos diez meses de barrica, los profesionales ya son conscientes de por dónde va a ir el desarrollo del vino.
Una de las finalidades de la bodega es elaborar vinos que no resulten pesados, que sean golosinas, amables al paladar, con volumen y redondos. Controlan minuciosamente la evolución de los vinos para alcanzar ese objetivo.
A diferencia de otras bodegas, Bodegas Olvena no se encuentra sujeta a los tiempos estipulados de maduración en barrica, si un vino ha permanecido seis meses en ella y es necesario que permanezca un par de meses más para alcanzar el grado deseado, se deja, sea reserva o crianza el vino permanecerá el tiempo que necesite en barrica. Como nos encontrábamos en la sala de barricas, también nos hablaron de la importancia de la madera y de por qué se debían renovar cada cinco años. El enólogo nos explicó que los poros de la madera se taponaban al pasar este periodo y no permitían la microoxigenación tan necesaria para que el vino madure correctamente.
Estuvimos un buen rato hablando sobre vinos naturalmente, y sobre algunos proyectos de la bodega, como por ejemplo, el trabajo que están realizando con Michel Rolland, un reputado enólogo francés conocido a nivel mundial. Finalmente nos dispusimos a visitar la tienda de la bodega donde nos esperaba la cata de los vinos en botella.
La tienda era un espacio muy luminoso y preparado para servir a los amantes del vino. Todos los vinos producidos se exponían en este espacio, uno de los vinos que catamos y que nos encantó fue Olvena Cuatro, El Pago de la Libélula, un vino de capa alta con unas notas de frutos rojos muy intensas, resultó ser un vino muy elegante y carnoso. También probamos otros vinos, blancos y rosados, pero a estas alturas estábamos digiriendo muchísima información de la bodega y nos dejamos llevar por el disfrute de la cata y la grata conversación.
Realizaremos nuevas catas en casa de los vinos que elabora Olvena para compartir nuestra opinión con vosotros. También os proporcionaremos información sobre las distintas actividades para grupos que lleva a cabo la bodega, son realmente interesantes. La juventud, la dinámica y las ganas de compartir los conocimientos sobre el vino están muy presentes en la filosofía de todos los componentes del equipo. De ellos tenemos mucho más que aprender, no perderemos comba.