Nuestra Ruta del Vino de Somontano, nos llevó finalmente a una extraordinaria bodega en un enclave elevado rodeado de viñedos, con vistas al Pirineo y a todo lo que ofrece el Somontano, Bodegas Laus. Quizá, de todas las bodegas que hemos visitado esta sea la más espectacular, por tamaño, por diseño, por originalidad y por sus proyectos, no es la más moderna ni la más tradicional, pero ha sido creada con la mejor tecnología y siempre pensando en la funcionalidad.
Nos recibe Jesús Muro, enólogo de la bodega, y el Presidente del Consejo Regulador D.O. Somontano, Mariano Beroz Bandrés, quien ha proyectado y desarrollado lo que actualmente son las Bodegas Laus, además de lo que está por venir. Comenzamos recorriendo el exterior de las instalaciones, se trata de un enorme y nuevo edificio rodeado por lagos. Las vistas son impresionantes, nos encontramos rodeados de viñedos y al fondo de pueden ver las montañas nevadas del Pirineo. La arquitectura del edificio también es excelente, muy llamativa pero sin ser exuberante. Fueron dos jóvenes arquitectos los que la desarrollaron, sin duda, unos genios.
Comenzamos nuestro recorrido por las instalaciones en las que se albergan los depósitos de acero inoxidable para la fermentación del vino, las bodegas cuentan con un total de 46 depósitos con una especial particularidad, son dobles. Cada depósito puede albergar hasta 40.000 litros de zumo de uva. La bodega posee también otros ocho depósitos isotérmicos con capacidad para 37.000 litros. Estos depósitos cuentan con la más avanzada tecnología para el control de la fermentación, todos los tubos que trasportan los vinos y que recorren toda la bodega son de acero inoxidable. Para que os hagáis una idea del coste, cada depósito cuesta alrededor de unos 6.000 euros, pero sin ningún elemento adicional y éstos doblan en precio a lo que es en si el depósito.
Tres niveles permiten su acceso, en las fotografías podéis apreciar el nivel medio y el nivel superior, en este último se muestran todas las compuertas de los depósitos abiertas a la espera de comenzar su actividad en el proceso de maduración de los vinos. Proseguimos nuestra visita y accedemos a la sala contigua de embotellado y empaquetado, todas las estancias son muy amplias y cuentan igualmente con las más modernas tecnologías en cuanto a embotellado, etiquetado, empaquetado, etc. Jesús Muro y Mariano Beroz, nos detallan minuciosamente todo el proceso, ojalá pudiéramos transmitirlo como ellos.
Un detalle curioso de la bodega es que en cualquier lugar en el que te encuentres, siempre hay una puerta de salida cercana. La bodega está diseñada para que todos los procesos por los que pasa el vino no deban recorrer apenas distancias. Abastecimiento de uvas, prensado, depósitos, barricas, botellas, almacén… todo muy bien diseñado para reducir las distancias y mejorar la rapidez y calidad de cada proceso. Pasamos a la sala de barricas, realmente impresionante y cuidada en el diseño, el techo forrado con madera le da un aspecto distinto y se respira un ambiente más cálido, más enológico.
Nuestro siguiente paso es la sala de catas y la tienda, pero antes hacemos una parada en lo que será un lujoso hotel de la propia bodega, en unos meses comenzará a funcionar. La recepción es impresionante y las habitaciones tan majestuosas como las que ofrecen los mejores hoteles de España. No es del hotel de lo que queremos hablar, aunque esperamos poder disfrutar de una estancia allí, donde además están levantando un impresionante Spa. Pero tenemos que mencionarlo, ya que son instalaciones que pueden resultar de gran importancia y utilidad a la hora de organizarnos una Ruta del Vino en Somontano. Son de lujo.
Proseguimos, accedimos a la tienda y sala de catas, podríamos decir que la más bonita que hemos visitado, aunque esto va a gustos, decorada con mucho sentido enológico, se encontraban presentes varias mesas de cata acondicionadas adecuadamente para apreciar todas las características del vino. Cada mesa encerraba bajo un cristal diferentes terruños, es como si disfrutáramos del vino sobre la misma tierra.
Jesús Muro se dispone a comentar con nuestro grupo la cata de tres vinos excepcionales. Comenzamos catando un Laus Flor de Chardonnay 2007, vino blanco joven y muy frutal que ofrece aromas a cítricos, piña y plátano muy expresivo. Este vino reposó muy poco tiempo en barrica, el suficiente para darle unos delicados matices, este vino causó una gran impresión en todo el grupo.
Proseguimos con el siguiente vino, un Laus Flor de Merlot 2007, vino obtenido del coupage de las variedades Merlot y Cabernet, se trata de un vino que ofrece diferentes matices dada su condición de vino joven. Muy limpio, un color rojo fresa y aromas a frambuesa, pimiento, su paso en boca impresionante, carnoso y envolvente con un largo postgusto.
Finalmente disfrutamos del sabor de un Tinto Roble 2004 considerado como un vino de alta gama, su coupage es de un 40% de la variedad de uva Shiraz, un 35% de Cabernet y un 25% de Merlot. 18 meses de crianza en barrica le han proporcionado a este vino, una nariz muy afrutada que emana matices de ciruela, compota, tostados, vainilla, en fin, un vino muy completo. En boca resultó ser excelente, una acidez equilibrada, con taninos suaves pero envolventes y un largo postgusto.
Hemos disfrutado mucho con la Ruta del Vino de Somontano y ya estamos planeando una nueva salida para conocer otras bodegas que nos proporcionen mayores conocimientos en el mundo del vino. Agradecemos profundamente todas las explicaciones, muy instructivas, que nos ofreció el Presidente del Consejo Regulador D.O. Somontano, Mariano Beroz Bandrés y el enólogo de Bodegas Laus, Jesús Muro.
Agradecemos igualmente a todas las bodegas que hemos visitado, Bodegas Pirineos, Bodega Blecua, Bodegas Enate y Bodegas Olvena, al equipo del C.R.D.O. Somontano representado por Mª Elisa Río y Francisco J. Berroy y a los organizadores del viaje, Enrique Calduch y Tere Gallimó por el trato tan amable y la atención recibida.