Según un informe confidencial elaborado por Don Mitchell, economista del Banco Mundial, los biocombustibles, combustibles y fertilizantes, son los elementos responsables del aumento del precio de los alimentos. En el informe se atribuye un 75% de culpabilidad a los biocombustibles y un 15% a los otros dos productos. Decíamos que es un informe confidencial, aunque poca confidencialidad tendrá cuando el periódico The Guardian logra tener acceso a él, posiblemente haya sido una filtración a conciencia.
No hace mucho hablábamos de las causas de la subida del precio de los alimentos a nivel mundial, entonces se barajaban varios motivos y éstos eran comentados por la directora ejecutiva adjunta del Programa Mundial de Alimentos, entonces no se consideraba que el biocombustible cargara con la mayor parte de culpa de la situación. Por otro lado, incluso había quien decía que los biocombustibles no eran responsables del encarecimiento de los alimentos, palabras de la canciller alemana Angela Merkel.
La ONU se pronunció sobre el tema de la subida de los alimentos e indicó como causas principales los biocombustibles, la especulación y la deficiente actuación mostrada por el Fondo Monetario Internacional. Muchas y diferentes opiniones sobre el tema, incluso había quien atribuía la culpabilidad de la situación a los subsidios europeos y estadounidenses, responsabilizándolos de la escasez de alimentos en los países pobres.
El informe del que hablábamos al principio contradice el informe presentado por Estados Unidos en el que se indicaba que los biocombustibles sólo representaban un 3% de las causas de la grave crisis alimentaria en la que se encuentra sumido el planeta. Estados Unidos vela por sus intereses y por el momento, es difícil que reconozca que los biocombustibles, el combustible y los fertilizantes sean los mayores responsables de la situación, el aumento del precio de los alimentos.
Evidentemente, ante las subidas espectaculares del precio del barril de crudo, se hace necesario buscar otra fuente alternativa que pueda evitar la dependencia del petróleo, es decir, seguiremos dependiendo, pero esta vez de los biocombustibles y quizás debamos someternos a esta nueva tiranía del combustible.
Pero sin desviarnos del tema, parece ser que el informe es contundente y no se ha publicado a fin de evitar confrontaciones con Estados Unidos, algo que nos parece realmente lamentable y más si se tratan de datos fiables. Son varios los políticos que obvian la responsabilidad de los biocombustibles en el aumento del precio de los alimentos, véase el caso alemán que antes hemos mencionado, otros minimizan el problema como es el caso de Estados Unidos. Recordemos que la cumbre de la FAO fue un fracaso y un ejemplo de lo poco que se quiere hablar sobre la incidencia de los biocombustibles en la alimentación.
El informe también alude a las reservas mundiales de alimentación, indicando que éstas se hubieran mantenido si no se hubiera incrementado la producción de biocombustible, el resultado hubiera sido un moderado incremento de los precios de los alimentos por otros factores.
Para nosotros es evidente, se trata de una conjugación de causas, pero una de las principales ha sido la producción de biocombustibles, que ha encendido la mecha provocando una reacción en cadena. Hoy por hoy no se podrá aplicar el lema comida antes que combustible, demasiados intereses se encuentran en juego y poca la responsabilidad social de algunos líderes políticos. Esperamos que la situación pueda solucionarse y no se cumplan las previsiones sobre el panorama de la alimentación mundial para dentro de 40 años.
Más información | The Guardian