Las barricas de roble español ofrecen una calidad muy similar a la que pueden ofrecer las barricas de roble francés o americano, así lo ha determinado un estudio conjunto realizado por el INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria) y el ITACyL (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León). El estudio se ha centrado concretamente en la variedad de roble más abundante de nuestro país, el roble rebollo (Quercus pyrenaica).
La investigación demuestra que las barricas de roble español se encuentran a la altura de las afamadas barricas francesas o americanas y quizá ya no sea tan necesario recurrir a ellas para elaborar un vino de calidad, sobre todo porque la investigación muestra que la madera de este tipo de roble presenta las mismas cualidades que se buscan en las otras maderas, porosidad, permeabilidad, gramaje, etc.
De igual modo ofrece cualidades químicas muy similares a las mencionadas barricas, taninos, polifenoles y compuestos aromáticos tal y como los ofrece la variedad de roble francés que habitualmente se utiliza, el Quercus petraea. Para llegar a esta conclusión los trabajos se han centrado en la maduración de cuatro tipos de vinos pertenecientes a las Denominaciones de Origen Ribera del Duero, Bierzo, Toro y La Rioja, en tres tipos de barricas elaboradas con roble rebollo de Salamanca, roble francés y roble estadounidense del estado de Missouri.
Los vinos obtenidos han dado la clave, la madera del país es perfecta e idónea para que los vinos que se producen puedan madurar y convertirse en vinos de calidad. Un panel de cata se encargó de determinar todos los rasgos del vino producido en las barricas sujetas al estudio en cuanto a nivel olfativo, visual o gustativo se refiere.
Las barricas o toneles de roble de nuestro país, destacaron especialmente en la fase olfativa, ofreciendo notas más altas de madera y aromas que muchos expertos alabarían, torrefacto, especias, etc. Los investigadores advierten sin embargo, que además del roble, también es importante el tipo de vino y el proceso de elaboración de cada enólogo, si un vino no ofrece la calidad esperada no se le podría echar la culpa a la barrica española.
De esta investigación se desprende que ya no sería necesario recurrir a las barricas francesas o americanas y se podrían producir vinos españoles con personalidad puramente española. De todos modos las costumbres y las creencias sobre la elaboración de los vinos preceden a estas conclusiones, posiblemente se mantendrá la demanda de barricas de roble de los países mencionados.