Con mucho, mucho retraso, pero parece que al final se reabre el emblemático Bar Velódromo de Barcelona después de una larga remodelación de la mano de la cervecera Moritz, propietaria actual de uno de los establecimientos más característicos de la ciudad condal.
El bar Velódromo contará con la dirección de Carles Abellán en la cocina, con ello y con un horario para disfrutar de las tapas y platos de cocina tradicional catalana, pretenden que la reapertura del Velódromo vuelva a situar a este local en el punto de encuentro de la zona alta de Barcelona, que como muchos sabréis, se encuentra en la calle Muntaner.
La rehabilitación del popular Velódromo lleva fraguándose varios años, y así lo hemos leído en noticias anteriores. Muchos barceloneses podrán contarnos la de veces que han visitado este concurrido local del que próximamente se podrá volver a disfrutar conservando algunos de sus elementos originales, como la escalera (o la barandilla) de caoba, la barra, las molduras, algo del mobiliario… y el billar. La intención es conservar el carácter del bar Velódromo, quizá como medida de garantía.
El Bar Velódromo de Barcelona es un local que Manuel Pastor Boné abrió en 1933, con el florecimiento de cafés y restaurantes en el nuevo barrio barcelonés de l’Eixample. En sus tiempos era un local que acogía a los tertulianos a la hora del café, se realizaron reuniones políticas y en los años 80 y 90 era el local de moda de esta zona de Barcelona, obviamente es lo que quieren recuperar, pues el bar Velódromo claudicó cuando su propietario (hijo del fundador) se jubiló en el año 2000.
Se prevé la apertura del Velódromo entre abril y mayo del presente año. El aire que pretenden que se respire en este establecimiento es el de bistrot, café parisino o brasserie (ya no saben que denominación darle, con la de nombres que tenemos en España), donde poder comer a cualquier hora del día, realizar actividades culturales y tomar copas.
Esperamos que esta vez sí reabran las puertas del emblemático Bar Velódromo, nos encantará recordar el local y contemplar el ambiente que en él se cree. Seguro que en un primer momento, los que disfrutan de la cocina de mercado del chef Carles Abellán, del restaurante Comerç 24 y del bar TapaÇ 24, llenarán el Velódromo, así que una vez inaugurado el nuevo Velódromo, lo suyo será esperar a que sea fácil disfrutar de unas raciones o tapas y de… ¿una Moritz?