Abordamos la tercera parte del documental emitido en ‘La noche temática’ de La 2 y que hemos titulado Banco Mundial de Semillas. Poco a poco vamos comprendiendo la importancia de la investigación que realizan expertos e investigadores para tratar de desarrollar nuevas variedades de semillas más productivas y capaces de soportar las consecuencias del cambio climático, extrema sequía y falta de lluvias, altas temperaturas, tierras más áridas, etc. El trabajo desarrollado en Kenia por Marianne Bänziger, responsable del centro Internacional para el Mejoramiento del maíz y el trigo, y David Lobell, especialista de agricultura ecológica de la Universidad de Stanford, es fundamental.
En el Banco Mundial de Semillas (II) conocíamos con más detalle el proyecto desarrollado en Kenia y los problemas a los que se enfrentaban los expertos para poder desarrollar semillas con las características antes citadas utilizando el sistema de cruces, aquí la biotecnología y los alimentos transgénicos no tienen cabida. Recordemos que las nuevas variedades de semillas creadas se enviarán para su almacenamiento al Banco Mundial de Semillas situado en la ciudad noruega de Longyearbyen, un espacio considerado como el más seguro para poder almacenar y preservar toda la biodiversidad alimentaria, sean semillas de escaso valor comercial, semillas de gran calidad o nuevas semillas como las que desarrollan los expertos en Kenia.
En el Banco Mundial de Semillas (III) podemos conocer algunas de las razones por las que otros bancos de semillas no ofrecen los medios y la seguridad necesaria para poder preservarlas y porque es necesario enviarlas a Longyearbyen. En el año 2008, tras unas elecciones en Kenia se produjeron numerosos conflictos por la tierra (curiosamente se intercalan imágenes del portavoz del Gobierno de Kenia indicando que todo va bien), sin embargo, se puede comprobar que los conflictos son importantes. En Kenia peligraba la integridad del Banco Genético Nacional de Kenia, el director del centro nos explica que temían por la reserva biológica que en el banco se almacenaba, las revueltas podrían haber provocado una catástrofe destruyendo años de trabajo, almacenamiento e investigación.
Por ello, cuando el Fondo Mundial para la diversidad de cultivos contactó con el banco genético de Kenia y le ofreció la posibilidad de almacenar las semillas en el Banco Mundial de Semillas de Longyearbyen, fue una satisfacción, ya que podrían duplicar el almacenamiento del resultado de sus trabajos y tener una garantía de que permanecería en un lugar a buen recaudo sin riesgos a que pudiera destruirse.
Podemos ver que el trabajo de selección genética continúa con el fin de obtener variedades que puedan soportar las inclemencias medioambientales vaticinadas por los expertos, no sólo trabajan con el maíz, el trigo, el sorgo o el mijo africano serían otras variedades de gran importancia que también terminarán almacenándose en el banco Mundial de Semillas. Podemos comprobar que los científicos keniatas se enfrentan a muchas adversidades, falta de medios adecuados para trabajar, sistemas energéticos fiables, etc., sólo queda la resignación y desarrollar el trabajo lo mejor posible contando con los medios disponibles.
Nos trasladamos de nuevo a la ciudad noruega de Longyearbyen, al Banco Mundial de Semillas de Svalbard, el trabajo de los investigadores es básicamente el control de las instalaciones, la humedad ambiental, la temperatura y la presencia de diferentes gases, aspectos a tener en cuenta para garantizar la integridad de las semillas almacenadas. Por supuesto, también se controlan los sistemas de alarma y la puerta, nada debe fallar, en teoría es el banco de semillas más seguro del mundo, las recepciones de semillas son continuas, sin embargo, la segunda cámara del banco, la que definitivamente albergará las semillas, se abre muy pocas veces al año. El motivo es garantizar una atmósfera continua y estable, como indica el coordinador del banco: “las semillas necesitan que las dejen en paz”.
Según se explica en el documental, las semillas llegan al banco en cajas selladas y los técnicos e investigadores no las pueden abrir para comprobar su contenido, en realidad cada partida de semillas pertenece al país que las ha enviado y el banco sólo actúa como almacén de reserva y no como unidad de investigación. Los trabajos científicos son desarrollados en cada país y son los responsables de preparar el material que se ha de almacenar para poder actuar ante el cambio climático.
Uno de los problemas que se destacan en el documental es la falta de fondos, equipo o investigadores en algunos países (véase el ejemplo de Kenia), ¿se están almacenando las mejores semillas? Como dice Cary Fowler, el director ejecutivo del Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos, el Banco Mundial de Semillas no es una solución definitiva, el banco es básicamente una biblioteca de la biodiversidad con libros todavía empaquetados y sin utilizar, ya veremos si tantos años de trabajo y esfuerzos se ven recompensados dentro de unas décadas, cuando las temperaturas hayan aumentado y el clima haya cambiado significativamente.
Parece evidente que los trabajos que se realizan para descifrar los mapas genéticos (genoma) de cada variedad alimentaria son una de las soluciones más efectivas que ayudarán en el futuro a mejorar las semillas almacenadas, el genoma de la soja, el genoma del trigo, el genoma del sorgo… son herramientas que proporcionarán las claves para obtener cultivos más resistentes a las enfermedades, a las sequías, mejoras en las cualidades nutricionales, etc.
De momento la garantía y seguridad alimentaria se presentan en un futuro incierto, sería interesante retomar la lectura del post Políticas agrarias contra el calentamiento del planeta, no sólo basta con almacenar semillas, también es necesario realizar un profundo cambio que permita reducir la emisión de gases de efecto invernadero, ya que de lo contrario el problema seguirá presente a pesar de obtener semillas más resistentes, serán necesarios nuevos estudios para incrementar la resistencia de las semillas mejoradas.
También será interesante retomar la lectura del post Cómo alimentar al mundo en 2050, foro organizado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), cita que sirvió como preámbulo de la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria y que resultó ser un verdadero fiasco por cuestiones políticas e intereses económicos. En la próxima entrega podremos conocer algunos de los problemas alimentarios a los que se enfrentaron los países en vías de desarrollo durante la crisis alimentaria y a los que se enfrentarán en años sucesivos.
Otros capítulos
Banco Mundial de Semillas (I)
Banco Mundial de Semillas (II)
Banco Mundial de Semillas (IV)
Banco Mundial de Semillas (V)