La empresa The Supplant Company con sede en Reino Unido presenta una alternativa al azúcar tradicional que se metaboliza como una fibra prebiótica, se trata de un azúcar de bajo índice glucémico extraído de materias primas vegetales recicladas, como las partes fibrosas y desechables de las mazorcas de maíz, la cáscara de avena, la paja del trigo, etc.
Este azúcar de fibra que se presenta como una alternativa al azúcar de mesa, se suma a la larga lista de endulzantes químicos o naturales que tienen el cometido de sustituir al azúcar. Los responsables de la empresa explican que muchos de estos sustitutos son caros, difíciles de producir a escala industrial o carecen de las propiedades que brinda la sacarosa, como es el pardeamiento o la caramelización.
Estos azúcares actúan igual que la sacarosa y pueden utilizarse en diferentes aplicaciones alimentarias, pero con la particularidad de que tienen un tercio del dulzor de la sacarosa, algo menos de la mitad de calorías y pueden reemplazar en parte o completamente al azúcar tradicional en las fórmulas culinarias y siempre dependiendo del grado de dulzor que se busca.
En el etiquetado nutricional se podría clasificar como azúcar de fibra, con 1’8 calorías por cada gramo, en Estados Unidos el producto se ajusta a la definición de fibra dietética de la FDA (Food and Drug Administration), ya que se metaboliza como la fibra llegando al intestino grueso y donde parte es metabolizada por las bacterias intestinales y la otra parte llega al organismo, por lo que también se puede decir que tiene efecto prebiótico.
Según la empresa, además de que se trata de un ingrediente de bajo índice glucémico que se comporta como el azúcar, que tiene menos calorías y puede tener efectos prebióticos, tiene otro atractivo y es el hecho de que se puede producir a nivel industrial y contribuye al aprovechamiento de materias primas que se desechan, por lo que se están utilizando recursos muy abundantes en el planeta que no afectan a la producción alimentaria, mientras se reduce el desperdicio alimentario, lo que ayuda a atraer inversores y clientes potenciales.
The Supplant Company anteriormente Cambridge Glycoscience, explica que su proceso para obtener azúcar de fibra utiliza varios ingredientes como los antes citados, que se componen principalmente de celulosa y hemicelulosa (heteropolisacárido). La materia prima se tritura y muele, aplicándose un tratamiento térmico que facilita la acción de unas enzimas que descomponen los polisacáridos (cadenas largas de azúcares) mediante el uso de tecnología y procesos pendientes de patente. El proceso permite cortar fácilmente las cadenas largas de azúcares para convertirlas en cadenas cortas de oligosacáridos y azúcares más simples.
Para tener una idea de la reducción de calorías, 10 gramos de azúcar de fibra contiene 18 calorías, la misma cantidad de azúcar de mesa contiene 40 calorías. Por otro lado, los estudios han demostrado que la respuesta glucémica del azúcar de fibra es un 15% inferior a la respuesta glucémica a la glucosa. La empresa trabaja con grandes cocineros como Thomas Keller, que ha añadido el nuevo azúcar a diferentes creaciones culinarias que sirve en sus tres restaurantes, como helados, galletas, etc., a fin de comprobar el grado de aceptación de los clientes.
Tom Simmons, académico de la Universidad de Cambridge y fundador de The Supplant Company en 2017, comenta que la fibra vegetal es la fuente de azúcares naturales más abundante y es necesario aprovechar todo su potencial, recuperando un producto resultante de la actividad del sistema agrícola. Podéis conocer todos los detalles de esta alternativa al azúcar tradicional a través de la página de la empresa, donde se detalla el proceso de elaboración, sus beneficios, cómo afecta al microbioma, su impacto en el organismo, etc.
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