Un grupo de investigadores de la Universidad del Sur de California acaba de dar a conocer un estudio con el que se determinan que ayunar contribuye a combatir el cáncer. Recientemente conocíamos la noticia que indicaba que una dieta baja en calorías proporcionaba mayor esperanza de vida y mayor protección contra el cáncer, entonces podíamos conocer evidencias científicas obtenidas hace algo más de un año en las que los animales sujetos al estudio lograban aumentar hasta un 60% la esperanza de vida.
También conocíamos la investigación realizada por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo de Sevilla y la Junta de Andalucía, en ella se pretendía dar respuesta a la pregunta ¿por qué una dieta equilibrada mejora la calidad de vida, la alarga y previene el cáncer?
La nueva investigación que hoy conocemos muestra que una restricción calórica contribuye a fortalecer las células sanas del organismo ante los tratamientos de quimioterapia, este tipo de tratamientos se encuentran basados en la administración de sustancias químicas que impiden la reproducción de las células cancerosas interfiriendo en los ciclos celulares y por tanto destruyéndolas, pero por desgracia la quimioterapia también afecta a las células sanas y provoca el deterioro físico de los pacientes.
Los investigadores, ante los buenos resultados obtenidos con el ayuno en los animales de laboratorio afectados por la enfermedad, ya se han planteado realizar un ensayo con pacientes humanos. Si antes era la dieta restringida o limitada una posibilidad para aumentar la longevidad, ahora el ayuno puede contribuir a erradicar una enfermedad. Las células realizan una respuesta de autoprotección ante la carencia de nutrientes y las actividades celulares que antes mencionábamos, se ralentizan, y por tanto no proliferan.
Esto no ocurriría igual en las células sanas que en las células cancerígenas, estas últimas mantendrían su frenética proliferación. Uno de los principales objetivos de todos los tratamientos contra el cáncer es precisamente evitar la proliferación de las células cancerígenas.
Gracias al ayuno, las células sanas no se dividen y en consecuencia no son atacadas por las sustancias empleadas en la quimioterapia, por el contrario, las células cancerígenas, al mantener su actividad serían el blanco del tratamiento. Por un lado se obtendría una menor incidencia de la quimioterapia en las células y tejidos sanos, y por otro se lograría mayor efectividad en el tratamiento al ser encauzada toda la actividad química sobre las células tumorales.
El concepto instaurado en la sociedad de comer para poder contar con energía a la hora de combatir una enfermedad no se relaciona con el cáncer, es todo lo contrario. Los ratones sujetos al estudio fueron sometidos a ayunos de hasta 60 horas, la quimioterapia empleada en ellos fue más efectiva y la recuperación posterior muy satisfactoria, a diferencia de los roedores que sí habían comido.
De todos modos, será necesario que se realicen las pruebas pertinentes con los seres humanos, todavía queda mucho por investigar pero esta nueva vía permitirá en un futuro próximo que los tratamientos sean más efectivos y quizá, todo gracias al ayuno.
Los datos del estudio han sido publicados en la prestigiosa revista electrónica Proceedings of the National Academy of Sciences.
Más información | Proceedings of the National Academy of Sciences
Más información | Wikipedia
Más información | El Mundo