Según los resultados de una investigación realizada por expertos de la Universidad de Cambridge, añadir información nutricional en los menús de los restaurantes ayudaría a reducir el consumo de calorías. Los investigadores comentan que se han realizado varios estudios sobre el tema, pero los resultados no han sido concluyentes, por lo que decidieron revisar y analizar esos estudios que evalúan los efectos de la información nutricional en la compra y el consumo.
Se revisaron 28 estudios de los cuales 11 evaluaron el impacto del etiquetado nutricional en las compras de alimentos y bebidas en los establecimientos y en las máquinas expendedoras en la vida real, los 17 restantes evaluaron el impacto del etiquetado en el consumo de menús o alimentos en escenarios ficticios, ya sea para opciones individuales o múltiples. Los expertos apuntan que ninguno de estos 17 estudios proporcionó evidencias significativas que apoyaran un menor consumo de calorías como resultado del etiquetado nutricional, a esto hay que sumar que los calificaron de poca calidad.
A la hora de recopilar la información, se descartaron los estudios que incluyeran información relacionada con símbolos o colores interpretativos como el etiquetado semáforo, que determinan si un alimento es más o menos saludable. De los estudios revisados, se combinaron los resultados de tres estudios en los que se había analizado la introducción de la información nutricional en restaurantes y cafeterías. Por otro lado, se combinaron los resultados de ocho estudios llevados a cabo en entornos ficticios, pero en este caso no se podía demostrar con certeza si la inclusión de esta información tendría un impacto en las calorías consumidas.
Al ir descartando estudios por errores potenciales en la metodología que podrían sesgar los resultados, tan sólo quedaron los tres estudios antes citados, estudios que mostraban que la información nutricional podría contribuir a reducir en un 12% las calorías consumidas en el menú. Se apunta que existe una modesta evidencia de la efectividad de incluir la información nutricional en los menús para reducir la ingesta calórica, una evidencia limitada posiblemente debido a la calidad de los ensayos a nivel individual.
Es decir, la revisión pone de manifiesto que el tema no se ha estudiado correctamente y en profundidad, por lo que se apunta que será necesario poner en marcha nuevos estudios. La evidencia es limitada, pero los investigadores consideran que la información nutricional incluida en los menús, podría ser útil si se utiliza como parte de un plan de acción más amplio para ayudar a los consumidores a controlar la ingesta calórica.
Los investigadores creen necesario que se brinde toda la información posible en el momento de la elección del menú para que los consumidores puedan tomar decisiones después de comparar las distintas opciones. Comentan que una reducción moderada de hasta un 10% de la ingesta calórica cuando se come fuera de casa, podría ayudar a esas personas que tratan de controlar el consumo, de hecho, en los estudios que sí han sido validados en la revisión se demuestra que este nivel de reducción es posible.
Pero como decíamos, se considera que se necesitan estudios de más calidad que permitan aumentar la confianza en los beneficios que puede ofrecer la información o etiquetado nutricional, los expertos explican, además, que no saben si esta información podría afectar y beneficiar a la población en general o sólo a segmentos poblacionales concretos. No saben si las etiquetas nutricionales podrían tener otros impactos, por ejemplo, la sustitución de unos alimentos por otros menos saludables, ya que la información sobre las calorías por sí sola no dice nada sobre la calidad general de los alimentos en todo su contexto, vitaminas, grasas, sal, etc. Se necesita más investigación para saber si al elegir alimentos con un contenido calórico reducido en un momento determinado del día, podría conducir al final a un consumo excesivo compensatorio, donde se elegirían alimentos con más calorías en un momento determinado del día.
En definitiva, existe evidencia de que la información nutricional en los menús podría ayudar a reducir la ingesta de calorías y tener un impacto útil como parte de un conjunto de medidas destinadas a combatir la obesidad, pero con una calidad de evidencias reducida, será necesario esperar a que se realicen nuevas investigaciones para contar con resultados más fiables. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la Universidad de Cambridge, y en este artículo publicado en la revista científica Cochrane Library.
Foto 1 | Michael Stern