Hace cosa de nueve meses se aprobó formalmente la presentación de la candidatura de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en la UNESCO, un acuerdo se llevó a cabo en el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico y que buscó el apoyo de otros países de la cuenca mediterránea.
Colaborando en este proyecto se encuentra la Fundación Dieta Mediterránea, recibiendo el apoyo a la candidatura de unos 25 científicos de países como Portugal, Francia, Grecia, Noruega, Italia, Estados Unidos, Marruecos, Malta, Túnez y España. Esta iniciativa fue propuesta por el Gobierno de Catalunya y posteriormente fue el Gobierno español el que tomó las riendas.
El caso es que el pasado martes se anunció en el Congreso de los Diputados que en agosto se presentará a la UNESCO la candidatura de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Cultural de la Humanidad, liderada por España y apoyada por Italia. Será en 2009 cuando se realice la elección entre las candidaturas presentadas como bienes culturales intangibles.
Recordemos que Francia también se encuentra en el mismo camino, el pasado mes de mayo os comentamos el Manifiesto de Sevilla que sirve para apoyar que la gastronomía francesa sea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La verdad es que no parece difícil que estas candidaturas sean aceptadas, por un lado, la gastronomía francesa ha sido una escuela a nivel internacional de la nueva cocina y la dieta mediterránea es una de las mejores “guías” a seguir en nuestra alimentación para gozar de buena salud, científicamente demostrado.
Así que, si se crea una categoría con el fin de proteger los bienes intangibles como Patrimonio de la Humanidad, la buena gastronomía tiene su sitio.