Según leemos en Ecoalimenta, cada vez existe una mayor preocupación por preservar el medio ambiente y cada vez son más las personas que desean mantener una alimentación sana y libre de productos químicos. Sin embargo, el crecimiento de la demanda de productos ecológicos por parte del consumidor no es el esperado, se encuentra muy por debajo de la media europea. Algunos analistas indican que el mercado de la alimentación ecológica en España comenzará a crecer notablemente en pocos años y que será uno de los sectores que mostrarán mayor crecimiento.
Sobrepeso y obesidad, calidad de vida más deficiente, menor esperanza de vida…, todo ello aboca irremediablemente a la población, al menos a las nuevas generaciones, a replantearse qué hábitos alimentarios son los más aconsejables, por supuesto, no sólo es necesario disfrutar de una dieta sana y equilibrada, los productos tienen que ser de calidad y libres de sustancias químicas, como las que se utilizan en la producción industrial, que se incorporan a los alimentos y terminan en el organismo del consumidor.
La alimentación ecológica es una buena apuesta para la salud del planeta y para la nuestra propia, otros países han adquirido ya esta conciencia, nosotros siempre nombramos como ejemplo a Alemania, país cuyo consumo de alimentos ecológicos es elevado, fruto de las preocupaciones que antes hemos mencionado. Al consumidor alemán no le importa pagar un poco más por un producto de calidad, al menos eso es lo que nos indicaban en el artículo publicado en Dw World hace unos meses.
No es el mismo caso el de Alemania que el de España, en nuestro país tenemos menor acceso a los productos ecológicos y además son más caros, nuestro nivel adquisitivo es menor que el alemán y además deberemos añadir que se realizan pocas iniciativas de valor para potenciar la alimentación ecológica nacional.
La crisis que actualmente se está sufriendo, tampoco contribuye a mejorar el grado de adquisición de alimentos ecológicos, en Estados Unidos por ejemplo, país donde la obesidad está muy presente, los alimentos ecológicos aumentan de forma galopante sus precios y en cambio el fast food incluso los reduce, este hecho se terminará trasladando a otros países, a España por ejemplo. Difícil es potenciar la alimentación ecológica cuando todo juega en su contra.
Sin embargo, los productores de alimentos ecológicos sí pueden sentirse satisfechos, ya que sus mercados exteriores están consolidados hace años y aumentan, además las nuevas incorporaciones de mercados que demandan estos productos, como pueden ser los asiáticos, van a terminar absorbiendo lo poco que se destinaba al mercado español. Tan sólo hay que dar un vistazo a la noticia que nos proporciona Ambientum y que muestra que hasta el 85% de la producción de alimentos ecológicos de nuestro país sale al exterior.
Podríamos nombrar varios problemas y más trabas que impiden un adecuado crecimiento en la demanda de productos ecológicos y que juegan en contra de lo que se indica en el artículo de Ecoalimenta. Cierto es que aumenta la producción de alimentos ecológicos, pero es para cubrir la demanda exterior, no para abastecer la alimentación en España.
Es necesario, a pesar de los inconvenientes, que comencemos a introducir los productos ecológicos en nuestra alimentación, mejoraremos notablemente nuestra calidad de vida y por supuesto, deleitaremos a nuestro paladar, ya que la riqueza de sabores y aromas que nos aportan estos productos es superior significativamente a los que se obtienen de la producción industrial.