El arroz tostado en polvo (Kao kua o khao khua) es un ingrediente de la cocina vietnamita y tailandesa, que aunque nos pueda sorprender, merece la pena probar si en alguna de las recetas tradicionales de estas culturas nos lo solicita, seguramente después nos gustará incluirlo también en otros platos de nuestra creación.
Posiblemente lo habréis visto en los comercios de alimentos asiáticos si sois asiduos a ellos, o quizá en algún restaurante habéis comido algún plato que desprendía sutilmente un delicioso sabor tostado, a nuez… pudiera ser que el ingrediente que lo proporcionaba fuera el arroz tostado en polvo o kao kua.
Si ya os está tentando incorporar este ingrediente en vuestras recetas, no hace falta que lo anotéis en la lista de la compra, es muy fácil de hacer en casa. Lo que sí será necesario para obtener el arroz tostado en polvo, es tener un buen arroz, principalmente se hace con arroz glutinoso y arroz thai, pero también es posible hacerlo con otros tipos de arroz, dependiendo de las características del grano actuará de un modo u otro en el plato. Podéis probar en un primer momento con el arroz redondo que consumáis normalmente, después ya vendrán las pruebas de cuál es la variedad que más se ajusta a vuestro gusto, por el sabor, por cómo se integra en el plato, etc.
El uso del arroz tostado en polvo no se ciñe sólo al sabor, según en el plato que se incorpora actúa además como espesante, aglutinante, emulsionante o para absorber la humedad. Este ingrediente es muy versátil, se suele espolvorear sobre ensaladas picantes, además del sabor y la fragancia que aporta, absorbe los líquidos que la ensalada pueda desprender. También se incorpora en guisos o salteados de carne y pescado, incluso en sopas y en postres.
Para hacer arroz tostado en polvo basta con poner un recipiente apropiado al fuego e incorporar el arroz (también se podría hacer en el horno), no hay que añadir nada más, sencillamente hay que tostar el arroz a temperatura moderada, moviendo de vez en cuando para que se haga de forma homogénea, y cuando haya adquirido el color característico de un tostado, retirar y dejar enfriar.
Cuando el arroz tostado esté frío, ya se puede proceder a triturarlo para convertirlo en arroz en polvo, guardarlo en un recipiente hermético y en la despensa, junto a la especias, donde estará a nuestro alcance para el momento oportuno de enriquecer con él un plato. Como podéis imaginar, su conservación es larga.