Recientemente se ha publicado el Anuario Estadístico 2024 de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), un documento que ofrece una radiografía bien detallada de los sistemas agroalimentarios a nivel mundial en un contexto de retos crecientes. Este informe se presentó en el Día de la Estadística Africana del pasado 18 de noviembre, una celebración cuyo objetivo principal es sensibilizar a la población, a los gobiernos y a las instituciones, sobre la importancia de la estadística para el desarrollo sostenible del continente africano.
El Anuario Estadístico 2024 combina los datos económicos, los datos sociales y los datos ambientales para proporcionar una visión detallada del actual estado de la agricultura, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental. El anuario tiene un enfoque temático que abarca desde las dimensiones económicas hasta los impactos ambientales, en él se describen tendencias, desafíos críticos y oportunidades para que los legisladores puedan llevar a cabo las acciones y formulación de políticas oportunas.
En el documento se revela que la agricultura sigue siendo un pilar fundamental de la economía a nivel mundial. Los datos reflejan que el valor añadido agrícola global creció un 89% en términos reales entre el año 2000 y el año 2022 alcanzando los 3’8 billones de dólares, la participación de la agricultura en el PIB mundial se ha mantenido estable con una media del 4%, lo que refleja que este sector es cada vez más eficiente y que logra producir más alimentos con menos recursos y una menor fuerza laboral.
Entre el periodo antes indicado (2000 -2022), la proporción de personas que trabajaban en la agricultura cayó del 40% al 26%, algo causado por la modernización y la diversificación económica. Sin embargo, el empleo agrícola sigue siendo vital en regiones como África, donde supone el 47% de la fuerza laboral, mientras que en Europa, tan sólo un 5% trabaja en el sector.
A pesar de los avances realizados en la producción agrícola, la inseguridad alimentaria se mantiene como un problema mundial. En año pasado aproximadamente unos 733 millones de personas sufrieron desnutrición, lo que supone un incremento significativo cuantificado en 152 millones de personas desde el año 2019. El continente asiático es el que concentra la mayor cantidad de personas que sufren desnutrición, aunque la prevalencia más elevada se encuentra en el continente africano.
A la mencionada crisis se suma otro desafío del que hemos hablado en varias ocasiones, la creciente tasa de obesidad mundial. Según los datos, más del 25% de los adultos en América, Europa y Oceanía tienen obesidad, problema que según la FAO se relaciona con el acceso desigual a alimentos saludables, así como la predominancia de las dietas poco saludables y equilibradas. Sobre este tema, los expertos que han elaborado el anuario apuntan la necesidad de llevar a cabo políticas alimentarias que equilibren la producción masiva con una mejora en la calidad nutricional.
En el anuario se refleja que la producción agrícola ha aumentado significativamente en las últimas dos décadas, los cultivos primarios alcanzaron 9.600 millones de toneladas en el año 2022, y la mitad de esos cultivos correspondieron a la caña de azúcar, el maíz, el trigo y el arroz. Por otro lado, la producción de carne aumentó en un 55% en ese mismo período, siendo la carne de pollo la proteína animal más producida, y sobre este crecimiento desde la FAO se advierte que tiene un alto coste ambiental.
Otro tema tratado es el uso de plaguicidas y fertilizantes que, según los datos, se ha disparado en los últimos años. En el año 2022 el uso de plaguicidas se incrementó en un 70% respecto al año 2000, este incremento se ha concentrado principalmente en el continente americano y según los datos, acapara la mitad del total mundial del uso de estos productos. Los fertilizantes inorgánicos alcanzaron 185 millones de toneladas, impulsando la productividad, pero también aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al sector agroalimentario, que crecieron un 10% desde el año 2000. Sobre la ganadería, se apunta que este sector contribuye al 54% de estas emisiones.
En el documento se habla del agua, un recurso esencial para la agricultura que está en riesgo en muchas regiones del mundo. Países de Oriente Próximo y África del Norte, se enfrentan a niveles críticos de estrés hídrico con ejemplos tan extremos como Arabia Saudita, que extrae hasta 40 veces sus recursos renovables de agua dulce. El actual panorama pone en evidencia la necesidad de llevar a cabo una gestión sostenible del agua, algo que resulta clave para garantizar la producción agrícola en el futuro.
Como decíamos, el Anuario Estadístico 2024 no sólo es una recopilación de datos, tambien es una herramienta de interés para la toma de decisiones informadas. El informe incluye una recopilación que destaca datos clave de agricultura, seguridad alimentaria y sostenibilidad, facilitando el acceso a información crítica para políticos, investigadores y la población en general. Este trabajo de la FAO que está complementado por FAOSTAT (plataforma estadística global de la FAO), busca una mejor comprensión de la situación actual de la agricultura, además de marcar un camino hacia un sistema alimentario global más sostenible, justo y resiliente.
A través de este enlace (Pdf) podréis acceder al Anuario Estadístico 2024 de la FAO y profundizar en los retos y tendencias globales de la agricultura.
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