Alimentos y fertilizantes son dos productos muy vinculados, gracias a los fertilizantes la producción alimentaria aumenta, siendo el rendimiento de las cosechas mucho mayor. Pero el incremento de la demanda de fertilizantes, sean fosfatos, nitrógeno o carbonato de potasio, entre otros, ha provocado un espectacular aumento de los precios de este tipo de productos.
Los fertilizantes comienzan a escasear y muchos agricultores se ven obligados a prever la cantidad de fertilizantes que necesitarán para la próxima cosecha de alimentos y realizar el pedido con meses de antelación. Uno de los factores que han provocado el encarecimiento del precio de los fertilizantes lo han causado los propios agricultores que, seducidos por el beneficio económico del cultivo del maíz, decidieron destinar sus campos a cultivarlo para producir biocombustibles.
Por desgracia para los agricultores, las plantaciones de cereales y concretamente de maíz, generan más gastos, se necesita invertir mucho más en fertilizantes para lograr una producción adecuada. Algunos agricultores reconocen que invierten mucho más dinero en la producción de maíz para la elaboración de biocombustibles que en cualquier otro cultivo. Resulta gracioso saber que a pesar de que la inversión económica que se debe hacer es mayor y por tanto los beneficios se reducen, los agricultores mantienen este tipo de producción e incluso la han aumentado significativamente gastando todavía más dinero en la adquisición de fertilizantes.
Se trata de aumentar la producción y para los agricultores, la única forma de conseguirlo es utilizando fertilizantes, aumentando la producción reducirán los gastos e incrementarán los beneficios, esa es la relación entre alimentos y fertilizantes. Pero esto es el pez que se muerde la cola, a mayor consumo de fertilizantes, mayor es el gasto, se trata de un círculo vicioso que afecta además al resto de cultivos que nada tienen que ver con los biocombustibles.
Los países industrializados sufren la demanda de fertilizantes de los nuevos mercados, países como China o la India han incrementado significativamente el uso de fertilizantes desequilibrando aún más la balanza. Este incremento viene dado por un mayor consumo interno de alimentos y por un mayor volumen de cultivo dedicado a la exportación. Atrás han quedado aquellos tiempos en los que el estiércol era uno de los fertilizantes más valorados, ahora resulta más cómodo, efectivo y sencillo, utilizar fertilizantes químicos.
Algunos agricultores que aparecen en el reportaje del New York Times indican que manipular y repartir en la plantación fertilizantes como el estiércol, conlleva mucho más trabajo y más tiempo, aspectos que se traducen en una reducción del beneficio económico.
Agricultores norteamericanos han decidido cambiar de estrategia ante el imparable aumento del precio de los fertilizantes y optan por volver a utilizar el fertilizante natural, el de toda la vida. El estiércol animal sería una opción, pero también tiene serios inconvenientes, especialmente para el medio ambiente. En el caso del estiércol de cerdo, las emanaciones de metano, amoniaco y otros elementos químicos a la atmósfera son un serio problema, además se presenta el riesgo de contaminación en los ríos o arroyos de la zona.
También resulta gracioso saber que los propios agricultores reconocen la inviabilidad del estiércol ante la demanda de producción indicando que ni todo el estiércol del mundo podría frenar el uso de fertilizantes químicos, con lo que el aumento continuo del precio de este tipo de fertilizantes está más que garantizado. Recordemos que se pretenden implantar nuevas políticas agrarias en los países en vías de desarrollo y esto conllevará más gasto de fertilizantes químicos.
Este es uno de los puntos que han contribuido al aumento del precio de los alimentos y la mecha fue encendida por la producción de biocombustibles. Aumento del precio de los fertilizantes, aumento del precio del petróleo, reducción de la superficie agraria destinada a la producción alimentaria, subsidios alimentarios… demasiados problemas que pasan a través de un cuello de botella.
Sería interesante dar un vistazo al informe confidencial que elaboró Don Mitchell, economista del Banco Mundial, en el que indicaba que los biocombustibles, combustibles y fertilizantes, eran los elementos responsables del aumento del precio de los alimentos. También será interesante tener en cuenta la explicación del responsable de la redacción del periódico El Clarín sobre la subida del precio de los alimentos, toda la información nos proporcionará una visión más nítida sobre el problema de la subida del precio de los alimentos.
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