En Alimentos transgénicos, dos posturas V, los expertos e investigadores aseguran que la biotecnología es la solución más efectiva para reducir el hambre en los países subdesarrollados y como ejemplo nos hablan de las batatas que se cultivan en Kenia. Los agricultores del país deben luchar contra las plagas y las enfermedades que asolan cada año los cultivos, deben cultivar sus batatas en tierras pobres y soportar duras condiciones climatológicas donde la escasez de agua es el aspecto dominante. El resultado es bastante evidente, una agricultura de subsistencia limitada que apenas logra alimentar a una familia.
En este caso, los alimentos transgénicos son mostrados como la mejor solución para luchar contra las enfermedades, la escasez de agua o la falta de fertilizantes. Las batatas en Kenia sufren el ataque del gorgojo o Curculionidae, un coleóptero que se nutre de las raíces de las plantas de batatas, especialmente sus larvas. También sufren el ataque del virus del moteado plumoso, virus que provoca la reducción de tamaño de la planta y de las batatas que proporciona, además es responsable de la mala calidad de las batatas. Debido a esto, un agricultor obtiene una rentabilidad reducida a un 25% de lo que la tierra produciría normalmente.
Con este tipo de producciones es difícil alimentar a las familias y mucho menos obtener ingresos adicionales para salir de la pobreza. Algunos expertos del Instituto de Investigación Agrícola de Kenia (KARI), consideran que para solucionar estos problemas de forma rápida, la mejor opción es utilizar la biotecnología. Se realizaron diversos estudios con plantaciones de batatas transgénicas y batatas tradicionales, los resultados mostraban que las plantas de batatas transgénicas crecían vigorosas ofreciendo grandes frutos cuyo color y tamaño nada tenían que ver con las plantas de batatas tradicionales.
En el año 1990 Monsanto quería introducir los cultivos transgénicos en África y para ello, solicitó la colaboración de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Joel Cohen, experto en biotecnología del USAID, contactó con el Instituto de Investigació Agrícola de Kenia y rápidamente se desarrolló un plan para introducir el cultivo de batatas transgénicas. En el documental podemos conocer a Florence Wambugu, investigadora del KARI que fue contratada por Monsanto para trabajar en el desarrollo de batatas transgénicas capaces de soportar los problemas que antes hemos descrito. La experta creía firmemente que la agricultura biológica o ecológica no podía funcionar en África y el cultivo de alimentos modificados genéticamente era la única solución.
El hambre y la pobreza sólo se podrían combatir, en teoría, utilizando la tecnología más avanzada, en este caso la biotecnología y así lo indican algunos de los investigadores que apuestan por ella. Sin embargo, aunque no se menciona en el documental, parece ser que el cultivo transgénico no logró resistir al virus y el rendimiento incluso llego a ser inferior al rendimiento de las batatas tradicionales del lugar. A pesar de ello, la investigadora Florence Wambugu restó importancia a los resultados indicando que este proyecto permitió definir el apoyo keniano a la biotecnología (algo incoherente). La biotecnología es introducida en los países más pobres con supuestas promesas de prosperidad y rentabilidad, aunque en realidad parece que se utilizan sus superficies de cultivo como laboratorios experimentales, el fracaso de las batatas no sirvió para desestimar la biotecnología, al contrario, en los países en vías de desarrollo la falta de legislación y las necesidades dan pie a que se introduzcan más fácilmente los cultivos transgénicos.
En Alimentos transgénicos, dos posturas, también nos hablan de los peces transgénicos, concretamente de los salmones transgénicos de los que ya hemos hablado en Gastronomía & Cía. Las piscifactorías están sustituyendo a los métodos tradicionales de pesca de salmón y los salmones transgénicos se perfilan como una solución para afrontar toda la demanda de salmones.
Al salmón transgénico se le ha incorporado un gen de una especie de pescado denominado babosa bibipara americana que habita en aguas más frías. El gen evita que el salmón deje de crecer cuando el agua cambia de temperatura con la llegada del invierno, anula el gen del salmón responsable del control del crecimiento. El resultado es un salmón capaz de ser cuatro veces más grande que un salmón tradicional.
El negocio es redondo pero encierra riesgos, ¿qué ocurriría si se escapase un salmón y alcanzará el mar abierto?, posiblemente lograría reproducirse con facilidad debido a su tamaño. El tamaño es condicionante en la vida salvaje, representa fortaleza, capacidad para buscar comida o escapar de los depredadores, condiciones que no se reflejarían en las siguientes generaciones de salmones transgénicos. El investigador William Muir intentó averiguar qué podría ocurrir, para ello modificó genéticamente otra especie de peces para hacerlo crecer rápidamente, posteriormente un modelo matemático informático debería predecir el resultado. Éste mostraba que efectivamente, el pescado transgénico lograba todos los apareamientos, pero los alevines resultantes apenas sobrevivían.
Es evidente que los salmones transgénicos en libertad serían un grave peligro para la propia especie haciendo que ésta se extinguiera en apenas 30 generaciones. Cómo podemos deducir, el riesgo de los alimentos transgénicos son los efectos impredecibles y desconocidos que pueden encerrar. Si los salmones transgénicos se crían en cercos de red costeros, la especie podría estar seriamente amenazada, por ello los expertos biotecnológicos dieron otro paso más para poder criar salmones en la costa y evitar el peligro mencionado, los peces son ahora estériles y aunque pudieran escapar no se reproducirían.
La vida se abre paso y es difícil garantizar que realmente estos peces no logren reproducirse finalmente, William Muir recomienda precaución y estudios más amplios que garanticen lo que aseguran quienes están a favor de los salmones transgénicos. En la próxima y última entrega de Alimentos transgénicos, dos posturas, conoceremos otros alimentos transgénicos que contienen vacunas y remedios contra las enfermedades, como por ejemplo los plátanos transgénicos.
Historial
Alimentos transgénicos, dos posturas
Alimentos transgénicos, dos posturas II
Alimentos transgénicos, dos posturas III
Alimentos transgénicos, dos posturas IV
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