Alimentos transgénicos, dos posturas IV

Alimentos transgénicos, dos posturas IV, nos muestra algunos de los argumentos utilizados por quienes están a favor del cultivo de los alimentos transgénicos, agricultores, investigadores y expertos aseguran que gracias a ellos se reduce el uso de todo tipo de pesticidas y herbicidas, productos que matan todo tipo de especies vegetales e insectos degradando con más efectividad el medio ambiente.

Con el maíz transgénico se evita el uso de estos productos y sólo sucumben aquellos insectos que atacan a la planta, recordemos que el maíz ha sido modificado genéticamente para que elabore su propio insecticida. Los expertos indican que se trata de un insecticida selectivo que además no necesita ser fumigado y se eliminan otro tipo de riesgos asociados a la fumigación mecánica, puedes pasearte tranquilamente por el campo de maíz sin tener que adoptar las medidas de protección oportunas cuando se fumiga, hay que añadir además ventajas como la mayor producción o rentabilidad de los cultivos.

Como podemos comprobar, son argumentos que muestran el lado más amable de los alimentos transgénicos. Con respecto a los insecticidas, decíamos que la propia planta los fabrica, con respecto a los herbicidas, todos los productos utilizados en la agricultura convencional podrían ser sustituidos por el Roundup, herbicida cuyo componente activo es el glifosato. Este es un herbicida muy utilizado en todo el mundo y especialmente en los cultivos transgénicos, sin embargo, hay que decir que no se trata de un herbicida selectivo, igual que el resto de productos utilizados en la agricultura convencional, mata plantas, insectos y es capaz de convertir un campo en un terreno yermo en el que sólo estaría presente el maíz o la soja transgénica.

Recomendamos ver el documental sobre la soja transgénica para conocer los efectos y consecuencias del cultivo intensivo de la soja y el uso del glifosato. También será interesante leer el post El glifosato es muy tóxico para los seres humanos, una investigación del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires mostraba los efectos adversos provocados por el glifosato, son efectos mutagénicos, carcinogenéticos, reproductivos, etc. Son algunos ejemplos de la peligrosidad que encierran algunos de los productos utilizados en el desarrollo de alimentos transgénicos, se cambian varios productos fitosanitarios por uno solo cuya equivalencia es igual o más dañina para el medio ambiente y para el ser humano.

Volviendo al insecticida contenido en el trigo, la soja o el algodón transgénico, los investigadores aseguran que gracias a ellos se reduce la degradación medioambiental, sin embargo, nos encontramos en el mismo caso, se sustituyen diferentes productos químicos por uno solo contenido en la planta, que además puede ser igual de letal para el medio ambiente. Estudios realizados muestran que otras especies de insectos a los que no les debería afectar la toxina producida por las plantas transgénicas, les afecta y los mata. A todo esto habría que añadir los problemas que pueden provocar los alimentos transgénicos en la salud humana, alergias como las que conocíamos en el post sobre las berenjenas transgénicas o estudios que muestran que los alimentos transgénicos pueden provocar infertilidad.

La alternativa al cultivo transgénico podría ser el cultivo ecológico, en el documental nos muestran un ejemplo, Paul Muller es un agricultor que cultiva hasta 70 variedades de alimentos distintos en un terreno de sólo 80 hectáreas, para controlar las malas hierbas utiliza rebaños de ovejas, en lugar de fertilizantes químicos utiliza compost, un abono orgánico obtenido a través del compostaje o descomposición de la materia orgánica. El agricultor reconoce que la agricultura no es un proceso natural y lo dice utilizando sistemas respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, sorprendentemente el agricultor utiliza de vez en cuando el pesticida bt, se trata de un pesticida en el que están presentes las proteínas producidas por el Bacillus thuringiensis, su radio de acción es selectivo y sólo afecta a determinadas especies de insectos. El agricultor indica que el insecticida no es duradero y se disipa en poco tiempo, dando a entender que el maíz transgénico también perderá su eficacia.

En teoría esto no debería ocurrir, ya que las plantas transgénicas están produciendo constantemente el insecticida, siendo una fábrica que continuamente produce toxina, las orugas del taladro sucumben ante el maíz pero hay que recordar que la vida se abre paso y evoluciona. Las orugas supervivientes vuelven a reproducirse y se hacen resistentes, el maíz transgénico ya no puede acabar con las orugas. Este es un tema en el que los expertos trabajan, evitar la resistencia desarrollada por los insectos que atacan al maíz y para ello nada mejor que realizar un cóctel de genes que será utilizado en nuevas variedades de maíz. Los expertos biotecnológicos aseguran haber identificado decenas de genes de bacterias que serán utilizados en años venideros, recordemos por ejemplo el maíz transgénico SmartStax, a diferencia de cultivos anteriores en los que el maíz incorporaba un par de genes, esta variedad incorpora hasta ocho genes distintos para soportar las diferentes enfermedades que lo atacan. Parece evidente que la biotecnología terminará desarrollando nuevos alimentos que incorporarán todo tipo de genes, no es de extrañar que se denomine a esta tecnología Frankenfood.

Algunos expertos en biotecnología tachan de ridículos los cultivos ecologicos, consideran que es un paso atrás y que no se puede alimentar a toda la población, indican que quienes van en contra de la biotecnología no han conocido el hambre y que de haberla conocido otro gallo cantaría. Es una falsa idea creer que los cultivos ecológicos pueden abastecer a 6.000 millones de personas. Como hemos dicho en otras ocasiones, el cambio climático y el hambre en el mundo son los argumentos utilizados para avalar a los alimentos transgénicos. En el documental ponen como ejemplo a los agricultores africanos y las penurias que deben pasar para poder sacar adelante sus cultivos, al no disponer de medios económicos no pueden adquirir tratamientos contra las plagas o fertilizantes para obtener mayor producción.

La biotecnología y los productos que desarrolla podrían mejorar esta situación aumentando la producción y la rentabilidad, la agricultura biológica no funciona en África, así lo indican algunos expertos. Las empresas biotecnológicas se introducen en los países en vías de desarrollo aprovechando la falta de legislación, conocimientos y carencia económica, en nuestra opinión campan a sus anchas y pueden realizar todo tipo de pruebas. Pero hay que decir que la biotecnología es una gran herramienta, el problema está en las manos de quienes la esgrimen, empresas como Monsanto buscan mejorar sus beneficios económicos, la rentabilidad y la productividad deja en segundo término a la calidad alimentaria.

Recordemos por ejemplo el maíz transgénico vitamínico, maíz cuya función es mejorar la calidad de la alimentación en los países en vías de desarrollo, maíz que tardará varios años en desarrollarse debido a los rigurosos estudios que se realizan. En este caso, el maíz se ha mejorado nutricionalmente pero no se puede producir de forma intensiva, los expertos indican que este tipo de alimentos nada tiene que ver con los alimentos que produce Novartis o Monsanto.

En los próximos capítulos seguiremos conociendo las dos posturas sobre los alimentos transgénicos.

Historial
Alimentos transgénicos, dos posturas
Alimentos transgénicos, dos posturas II
Alimentos transgénicos, dos posturas III
Alimentos transgénicos, dos posturas V

Foto | Spakattacks

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