Sobre los alimentos transgénicos, ¿cuál es la postura española?, esta es la pregunta realizada por diversas asociaciones agrarias españolas, como por ejemplo la AGPME (Asociación General de Productores de Maíz de España), que ha dirigido mediante un escrito al MARM (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino). En dicho escrito se manifiesta además el deseo de que los alimentos transgénicos no sean vetados a fin de que no se castiguen sectores como el que se dedica a la alimentación animal. Como sabemos, algunos alimentos transgénicos se producen masivamente con este fin, soja transgénica, maíz transgénico, etc.
Esta exigencia sobre los alimentos transgénicos nace fruto de las últimas reuniones celebradas en el seno de la Unión Europea, recordemos que la Comisión Europea intentó que los países miembros de la UE se posicionaran a favor de obligar a Hungría y Austria a levantar el veto al maíz transgénico Mon 810, basado en la aplicación del principio de precaución, algo que también se ha aplicado en Francia y Grecia.
El hecho de que España no hubiera apoyado la iniciativa de la Comisión Europea y no se haya posicionado claramente a favor del cultivo de alimentos transgénicos, tal y como lo hicieron el Reino Unido, Holanda, Suecia, Finlandia y Estonia, parece haber crispado a algunos productores españoles. Parece evidente que se ha iniciado un pulso en el que asociaciones como la AGPME, CESFAC (Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales) o INTERCUN (Organización Interprofesional para impulsar el sector cunícola) entre otras, se posicionan claramente a favor de los alimentos transgénicos y desean que el Gobierno se muestre afín a sus propósitos.
En sólo una cuestión estaremos de acuerdo con las mencionadas organizaciones, parece que el Gobierno juega a dos bandas, basta con dar un vistazo al post El Ministerio de Medio Ambiente apoya los alimentos ecológicos, pero también los transgénicos. Desde el propio Ministerio se promueve la alimentación y los productos ecológicos e incluso se premia a aquellas empresas que ofrecen este tipo de productos, pero por otro lado se permiten los experimentos transgénicos, se cultivan cada vez más hectáreas de productos modificados genéticamente y se vetan iniciativas como la propuesta de declarar a España país libre de transgénicos que realizaba la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso, con el respaldo de diferentes grupos políticos y organizaciones como COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos).
Cada vez tenemos más claro que se intenta contentar desde el Gobierno a quienes están a favor y en contra de los alimentos modificados genéticamente, no existe una posición firme y clara. Por cierto, recordemos algo importante, los alimentos transgénicos y los alimentos ecológicos no pueden coexistir y está sobradamente demostrado. La contaminación genética es un hecho y así se muestra, por ejemplo, en el vídeo La guerra de los cultivos transgénicos (III). Al margen de que sean perjudiciales o beneficiosos los OGM, hay que decir que al no mostrar la política real en torno a este tema, está perjudicando a los dos sectores, aunque resulta más perjudicado el de los alimentos ecológicos ya que como hemos dicho antes, la contaminación genética continúa su avance.
Volviendo a la reivindicación sobre los alimentos transgénicos por parte de las organizaciones antes mencionadas, su respaldo son los estudios realizados que supuestamente certifican la seguridad de estos alimentos, pero obvian otros estudios que indican todo lo contrario, como por ejemplo el estudio que concluye que los alimentos transgénicos pueden provocar infertilidad.
Nos resulta más gracioso aún saber que estas asociaciones manifiestan que el abandono de los cultivos transgénicos traería, entre otras consecuencias, la proliferación del uso extensivo de pesticidas. Hay que decir que posiblemente sea mucho más peligroso el uso del Glifosato contenido en el Roundup, herbicida habitual en los transgénicos, de ello ya hemos hablado y mostrado cuáles son las terroríficas consecuencias.
En nuestra opinión existen dos tipos de biotecnologías, la que lucha por mejorar un alimento utilizando el material genético propio de éste, y la que «mejora» los alimentos utilizando material genético perteneciente a virus y bacterias.
Continuamente se reivindica la pérdida de competitividad, la escasez de materias primas, el volumen económico que se puede mover, como siempre el dinero por delante, detrás la salud y el deseo de los consumidores. Pronto tendremos nuevas noticias y posiblemente el Gobierno se reúna con quienes reivindican el cultivo de transgénicos, ¿se posicionará España finalmente?, nosotros creemos que hace años que está posicionada claramente a favor de los alimentos transgénicos y la prueba está en el aumento de este tipo de cultivo año tras año.
Vía | Info Agro