Cada año en estas fechas suele hablarse del síndrome postvacacional en los medios de comunicación, en el trabajo, entre amigos… se trata de un conjunto de síntomas que difícilmente pueden llevar a un diagnóstico tan concreto, pero se alude a este síndrome cuando las personas que han visto llegar el fin de sus vacaciones y no son muy felices con su trabajo, acusan síntomas físicos como insomnio, cansancio, malestar estomacal e incluso dolor muscular entre otros, y síntomas psíquicos como tristeza, irritabilidad o nerviosismo. Pero un posible remedio se encuentra en los alimentos con triptófano.
El síndrome postvacacional no está considerado oficialmente como enfermedad, de hecho, apenas hay estudios al respecto, las cifras que suelen darse sobre la incidencia de este síndrome son el resultado de algunas encuestas. Al parecer, hay distintos grados de padecimiento de este síndrome, siendo lo habitual que en unas dos semanas desde la vuelta al trabajo todo vuelva a la normalidad, podría decirse simplemente que es el tiempo que el cuerpo necesita para volver a la rutina, y en el caso de que los síntomas duren más, los especialistas abogan porque ya había algún problema o patología anterior.
Hace ya varios años que hablábamos de este síndrome y de cómo apaciguar los síntomas en el aspecto en el que a nosotros nos atañe, podéis leerlo en el post El síndrome postvacacional puede mejorar con la dieta. Como sabemos, una buena alimentación es un gran aliado para nuestra salud, disfrutar de alimentos que contengan aminoácidos esenciales como el triptófano favorece el bienestar general. El triptófano es esencial para la liberación de serotonina (un neurotransmisor cerebral), tiene varias funciones y entre ellas se considera que es el antidepresivo natural, se cree que reduce el insomnio, el estrés, la ansiedad… además de favorecer la capacidad de concentración y el bienestar.
Es indispensable que en nuestra dieta habitual se incluyan alimentos que contengan triptófano, y quizá sea beneficioso tenerlo más presente en épocas de decaimiento físico y psíquico, para lo que es necesario conocer cuáles son. La lista es larga, son alimentos que habitualmente se encuentran en una dieta equilibrada e ideales para llevar una dieta mediterránea.
Podemos listar entre los alimentos que contienen triptófano el chocolate, la leche y derivados lácteos, los huevos, los frutos secos, las frutas (aguacates, naranjas, melocotones, manzanas, uvas, fresas, mangos…), la hortalizas y verduras (lechuga, berenjenas, tomates, zanahorias, endibias, espárragos, espinacas, berros…), las legumbres (soja, garbanzos, lentejas, judías, guisantes…), los cereales (trigo, avena, maíz, centeno, arroz…), las semillas (sésamo, girasol, fenogreco…), los pescados (sobre todo pescados azules), aves y carnes.
Tras las vacaciones, igual que con el inicio del año, muchas personas también se hacen nuevas promesas de mejorar el estilo de vida adoptando una dieta equilibrada, e incluso una dieta para perder el peso que se ha cogido durante las vacaciones, y practicando ejercicio físico. Cualquier profesional de la salud recomendaría que es el mejor momento para concienciarse de los buenos propósitos para que no sean algo pasajero, convertir en un hábito el comer bien y el mantener una actividad física adecuada, lo que no impedirá disfrutar ocasionalmente de comidas de especiales, de comer por placer como explicaba el doctor José Ordovás en su diálogo sobre Salud y alta cocina con Ferrán Adriá.
Es cierto que hay placeres alimentarios que no podemos tomar con asiduidad, pero os podemos asegurar (a quienes así no lo conciban) que se puede disfrutar con la misma intensidad una ensalada, un pescado a la parrilla, un pollo asado… ¿no os parece?
Foto | Chocolate reviews