Los alimentos modificados genéticamente son un posible futuro, una posible solución, con ellos se persigue poder aprovechar las tierras áridas o las que presentan un exceso de salinidad, se persigue poder desarrollar alimentos capaces de soportar las plagas y enfermedades siendo totalmente inmunes a ellas, se persigue mejorar cualquier producto agroalimentario en tamaño, calidad y propiedades nutricionales y por supuesto, se persigue mitigar el hambre en el mundo. Los alimentos modificados genéticamente son un atajo que elude la selección natural para satisfacer las necesidades actuales y futuras del ser humano.
Para obtener un alimento mejorado de forma natural, mediante la selección natural, sería necesario estar seleccionando los mejores frutos durante muchas generaciones, eligiendo continuamente el fruto que presentara una calidad óptima para poderlo cultivar nuevamente y así, poco a poco. durante un largo proceso podríamos llegar al cultivo ideal. De hecho, este proceso lo ha estado realizando la especie humana durante miles de años. Gracias a la modificación genética se ha podido abreviar a un simple suspiro de tiempo.
Sin embargo, quedan demasiadas incógnitas por despejar, el proceder de las compañías que desarrollan estos alimentos no siempre es el más adecuado, hay más interés en el beneficio económico que en la salud humana, muestra de ello son algunos informes que han salido a la luz y que demuestran que incluso sabiendo que un determinado alimento podía ser peligroso, las empresas lo comercializaban. Varios alimentos transgénicos han tenido que ser retirados del mercado gracias a estudios posteriores que desvelaban posibles peligros para la salud humana a largo plazo, ante este panorama, no es extraño que la población sea reticente a este tipo de alimentos.
Creemos que la modificación genética puede resultar beneficiosa siempre que no prevalezcan los intereses económicos, por lo tanto, quienes deberían desarrollar estos alimentos tendrían que ser organismos sin ánimo de lucro y subvencionados por los Gobiernos y organizaciones que persigan mejorar los actuales problemas de la alimentación.
Algunos organismos como Antama (Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación) respaldan totalmente la modificación genética y manifiestan que se han vertido muchas mentiras y patrañas sobre la técnica, además indican que la falta de información está presente en la sociedad.
En nuestra opinión no es del todo correcto, existen muchas evidencias que muestran lo que antes indicábamos, el factor económico ha hecho que algunas empresas ignoren los perjuicios que ocasionaban en la salud humana, ejemplos como el maíz Mon 863 desarrollado por la compañía norteamericana Monsanto, que obtuvo el beneplácito de la Unión Europea para ser comercializado y posteriormente el CRIIGEN (Comité de Investigación e Información Independientes sobre la Ingeniería Genética) puso al descubierto que este maíz producía varios problemas de salud, aumentando el azúcar en sangre, aumentando el peso del hígado, etc. Recientemente hemos conocido otro caso en el que Francia acaba de prohibir el cultivo de otro maíz muy utilizado en España, el Mon 810.
El maíz Mon810 aprobado hace diez años por la Unión Europea resulta ser perjudicial para el medio ambiente por la contaminación genética y porque mata a otras especies de insectos a las que no debería afectar, esto lleva a sospechar que también puede incidir en la salud humana. Estos son sólo algunos ejemplos, hay muchos más pero volvemos a insistir, otros alimentos se han desarrollado con la ética correspondiente y han resultado ser muy beneficiosos.
Por cierto, estos días se ha conocido el desarrollo de un nuevo tipo de zanahoria modificada genéticamente, diseñada para que al consumirla, nuestro organismo realice una mayor absorción de calcio, lo que podría ayudar a cubrir necesidades las necesidades de este mineral sin necesidad de recurrir a suplementos.
Para lograr que esta zanahoria realice esta función, los investigadores de la Universidad de Texas (EE UU) han modificado el gen sCAX1 con una proteína que aumenta el transporte del calcio a través de las células vegetales, el resultado es una mayor asimilación del mineral. Todavía quedan algunas pruebas por realizar, pero las que ya se han hecho con ratones de laboratorio han mostrado unos resultados satisfactorios.
La modificación genética puede ser una solución efectiva dependiendo de las manos que la manejen.
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Foto | Garry Knight