Los alimentos etiquetados con garantías de bienestar animal podrían ser en un corto plazo de tiempo una realidad. Al parecer, la Unión Europea está estudiando la posibilidad de crear una nueva etiqueta que garantice que los alimentos que disfrutaremos en nuestra mesa provienen de animales que han recibido un trato digno y cuyos productores han respetado las reglas que se enmarcan en el Plan de Acción para la protección y bienestar animal desarrollado hace tres años por la UE.
De momento es sólo un proyecto y además todavía no se ha definido el carácter de la etiqueta, voluntaria u obligatoria, realmente sorprende que se baraje esta posibilidad, debería ser obligatoria. La Unión Europea manifiesta que el desarrollo del nuevo etiquetado es algo complicado y se entiende, la presión ejercida por la industria debe ser contundente, sobre todo por aquellas empresas en las que no existe respeto por el bienestar animal y sólo se contemplan los beneficios económicos. Por eso, como alternativa la UE baraja la posibilidad de crear etiquetas de término medio, es decir semi obligatorias.
La Unión Europea también tiene intención de garantizar el bienestar de los animales en el transporte y en el sacrificio. Una buena parte de los consumidores cambiarían su percepción sobre los alimentos de origen animal si conocieran algunas de las atrocidades que se llevan a cabo por parte de algunas empresas.
Nos gusta la carne y disfrutamos del sabor que nos ofrece, pero no queremos carne que provenga de animales que no han sido tratados con el debido respeto. Es cierto que muchos consumidores, si tuvieramos que matar a los animales para alimentarnos, nos haríamos vegetarianos, ya que los sentimientos y el respeto por la vida obligarían a ello.
En su lugar, preferimos creer que todos los productos que podemos encontrar en los supermercados y tiendas de alimentación provienen de animales que han sido tratados debidamente, con respeto y con una muerte sin dolor. El dicho “ojos que no ven, corazón que no siente” lo aplicamos a diario. Evidentemente vídeos de este tipo no gozan de popularidad y es que es mejor obviar la verdad que enfrentarse a ella.
Ya está suficientemente demostrado que el buen trato al animal, mejora significativamente la calidad y el rendimiento de los alimentos que se obtienen, podemos poner como ejemplo lo mencionado en el post Vacas con nombre propio. Se trata de un estudio en el que se muestra que el trato proporcionado a las vacas es un condicionante para que aumente la productividad de la leche.
Además podemos citar el post La leche está condicionada por la calidad de vida de las vacas y por su alimentación, otro ejemplo más que se mostraba en un estudio realizado en el marco del proyecto QLIF, en el que específicamente se estudian las condiciones de vida de los animales de producción.
Los alimentos etiquetados con certificación de bienestar animal permitirán a los consumidores saber que realmente los alimentos que disfrutamos provienen de animales que no han sido tratados como los que aparecen en el vídeo.