Posiblemente leísteis el post Supermercados sin solidaridad del pasado mes de enero, o el que hablaba sobre el Freegan, ambos muy interesantes y tratando temas como la insolidaridad en la que está sumergida la sociedad y en especial los supermercados. Hablábamos de la cantidad de alimentos en buen estado que se tiraban a la basura, siendo totalmente aptos para su consumo. Una aberración para un mundo en el que muchas personas no tienen nada para llevarse a la boca.
Y hablamos de los supermercados y de sus quejas del aumento de personas que van a comer gratis en los supermercados, pero hay noticias que aún dañan más nuestra sensibilidad, como la que recientemente protagonizó el ayuntamiento de Madrid, que bajo una absurda excusa como la Ordenanza de Limpieza, aprobó multar hasta con 750 euros a quienes rebuscaran en papeleras y contenedores (cuando lo principalmente buscado es comida), poniéndolos al nivel de quienes dejan los excrementos de sus mascotas en la calle o de quienes se dedican a realizar grafitis en la ciudad.
Hay muchos ‘mandatarios’ que deberían pasar “21 días” sin dinero, sin casa caliente, sin coche totalmente acondicionado, o simplemente sin comida, para qué más. Harían lo posible por encontrar algo para alimentarse, y si fuera necesario, recurrirían también a los contenedores cercanos a los supermercados, pues por lo que se ve, están llenos de comida en perfecto estado.
Es un tema que nos irrita, pero vamos a ver un resquicio de luz, el Gobierno de Canarias y Asuican (Asociación de Supermercados de Canarias) tienen en proyecto facilitar la alimentación a las familias más necesitadas y a las más afectadas por la crisis económica. La forma de hacerlo es proporcionando alimentos que no están caducados ni en mal estado, sino que han cumplido su fecha de consumo preferente.
Como sabemos, la fecha de consumo preferente indica que una vez cumplida dicha fecha, los alimentos siguen siendo aptos para consumo pero no conservan toda la calidad en texturas, sabor, aroma… Estos alimentos o productos ya no pueden ser comercializados, por lo que la gran mayoría de establecimientos, por no decir todos, los tiran a los contenedores de basura.
Son estos alimentos, los que tienen etiquetas o packs rotos, con los que hoy en día muchas familias podrían comer, nadie perdería y muchos ganarían. Los supermercados ya cuentan con estas pérdidas sumándolas a los precios de los productos que comercializan, de ahí que sea incomprensible su afán por que nadie pueda aprovechar los alimentos que van a tirar.
La Consejería de Empleo, Industria y Comercio de Canarias se está reuniendo con los representantes de los hipermercados como Carrefour o Alcampo para implicarlos también en este proyecto, en el que posteriormente quieren involucrar al sector industrial y a los agricultores.
Para el reparto de estos alimentos será necesario contar también con la participación de la Consejería de Bienestar Social y la colaboración de ayuntamientos y ONG’s con la finalidad de conocer qué familias son las más necesitadas y hacerles llegar la comida como mucho un día después de que sea retirada de los expositores o lineales de los supermercados.
¿Creéis que finalmente se hará efectivo?, ¿se sumarán a esta iniciativa el resto de ayuntamientos del país?. Seguramente hay mejores métodos de ayudar a las familias que más están sufriendo la crisis, pero al menos se puede solventar un tema que a muchos nos tocaba la nariz.
Foto | Theogeo