El pasado mes de noviembre, dos eurodiputados italianos solicitaron a la Comisión Europea que pusiera en marcha una legislación que prohibiera el uso de términos de los alimentos cárnicos en productos vegetarianos. Esta solicitud se realizaba al considerar que este tipo de productos alternativos a la carne, se aprovecha de la reputación y el prestigio que tienen los alimentos cárnicos, citaban como ejemplo la bresaola vegana, la mortadela vegana o el jamón vegano, tres casos en los que se utiliza una terminología que procede de la industria cárnica y además son productos que tienen Denominación de Origen Protegida.
Pues bien, hoy podemos saber que Alemania quiere prohibir el uso de términos cárnicos en los productos vegetarianos, concretamente es el Ministro de Agricultura del país, Christian Schmidt, el que quiere que se lleve a cabo esta prohibición, considera que es totalmente engañoso hablar de “salchicha vegetariana” o” chuleta vegetariana” ya que confunde a los consumidores. El Ministro manifiesta su serio compromiso para que las etiquetas de los alimentos sean totalmente transparentes, considera que nadie debe comercializar esta “pseudocarne” como si se tratase de carne.
Argumenta que los fabricantes de estos alimentos vegetarianos deben buscar sus propios términos para designar a sus productos, y apuesta por un etiquetado más claro y transparente, principalmente evitando el uso de términos cárnicos, así se lo hizo saber el pasado mes de junio al Comisario Europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis. Las declaraciones de Christian Schmidt guardan relación con las peticiones realizadas por la Asociación Alemana de Agricultores y la Asociación Alemana de Carniceros, ambas organizaciones han solicitado en varias ocasiones la prohibición del uso de los términos propios de los productos cárnicos por la industria de los productos que no tienen origen animal.
Con poco sentido, el Ministro argumenta que la carne es parte de una dieta sana y equilibrada, y está presente en el menú de las escuelas y los jardines de infancia. Si se está hablando del uso de una terminología, ¿qué tiene que ver esta declaración? Es evidente que existe temor ante el crecimiento de la industria de los productos para dietas vegetarianas que dan respuesta al significativo incremento de consumidores que buscan alternativas a los productos alimentarios de origen animal. Como ya comentamos en su momento, esta tendencia provoca que este tipo de demandas proliferen a medida que los fabricantes de alimentos tradicionales sientan amenazada su actividad.
Para muchos tiene sentido el uso de términos cárnicos en los productos vegetarianos o veganos que se ofrecen como alternativa, pero no para ‘arrebatarles su prestigio’ y aprovecharse de la reputación labrada, sino para facilitar a los consumidores una compra libre de productos de origen animal dándoles una idea de a qué producto se parece que tienen en sus manos, por ejemplo, una ‘hamburguesa’ de soja, de este modo además sabrán cómo se puede cocinar o servir. También cabe señalar que los alimentos cárnicos no tienen buena reputación entre los veganos y vegetarianos, quienes desean alimentos alternativos es porque no quieren alimentos de origen animal.
En Estados Unidos, la industria láctea no quiere que la industria de las bebidas vegetales utilice la designación leche, otra demanda que se realiza desde hace algunos años de forma infructuosa. El año pasado se desestimaron las alegaciones de una empresa láctea contra un fabricante de bebidas alternativas por utilizar la descriptiva ‘leche de soja’, el juez consideró que el término ‘leche’ se podía utilizar por otras empresas (en este caso los fabricantes de bebidas vegetales), y apostillaba que resultaba inverosímil que un consumidor pudiera confundir una de estas bebidas alternativas con la leche de vaca, pues lo mismo se puede decir que ocurre con los alimentos alternativos a la carne.
Se asegura que el mercado de los alimentos vegetarianos ha estado en crecimiento continuo durante los últimos años en Alemania, a expensas de la industria cárnica. Aquí leemos que, según un estudio desarrollado por el IFH (Instituto para el Estudio del Comercio), el mercado de los productos vegetarianos ha experimentado un crecimiento del 100% entre los años 2010 y 2015, en este mismo periodo la demanda de alimentos cárnicos se ha reducido en casi un 10%. Este es el argumento para justificar que el crecimiento ha sido a expensas de la industria cárnica, algo que para muchos es totalmente erróneo.
Como ya hemos comentado, cada vez son más los consumidores que buscan alternativas más saludables y respetuosas con el medio ambiente, pues la carne se considera uno de los alimentos menos eficientes para alimentar a la humanidad. Su producción contribuye de forma significativa al calentamiento del planeta y consume una gran cantidad de recursos, recordemos que, según los datos facilitados por la FAO, el 40% de los alimentos que se cultivan en el planeta se destinan a la alimentación animal y según los pronósticos, esta cifra podría incrementarse hasta alcanzar el 60% en las próximas dos décadas. El consumo excesivo de carne se relaciona con el incremento de los accidentes cardiovasculares, la diabetes tipo 2 o los ataques cardíacos, entre otros problemas de salud.
Son varios los estudios presentados en los que se concluye que es prioritario reducir hasta en un 50% la producción de carne, de este modo se reducirían en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero como el metano o el óxido nitroso, y se podrían cumplir los objetivos del cambio climático marcados para el año 2050. Es posible que al final la Unión Europea termine por regular este tema con firmeza, como ya lo hizo con la leche, esto se puede deducir al saber que la UE quiere promover el consumo de carne en Europa. No olvidemos que hace unas semanas el Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, Phil Hogan, prometió 15 millones de euros para la promoción de la carne, y además otros cuatro millones para abrir nuevos mercados de la carne en otros países no comunitarios.
Ya veremos si en Alemania se termina por prohibir el uso de términos cárnicos en los alimentos alternativos, pero parece evidente que este tipo de reclamaciones se seguirán sucediendo en todos aquellos países donde la industria de los alimentos vegetarianos está creciendo de forma significativa.
Foto 1 | Lebe Gesund Versand
Foto 2 | Vegan Tagein Tagaus