Alemania prohíbe el cultivo de maíz transgénico Mon 810 sumándose así al principio de precaución adoptado por otros países, como Francia o Grecia, prohibiendo el cultivo del maiz Mon 810 desarrollado por la empresa biotecnológica Monsanto. A partir de este verano ya no se podrá cultivar en suelo alemán el mencionado maíz, representa una pequeña victoria para quienes están en contra de los alimentos transgénicos que podrá ser celebrada en el presente mes.
Recordemos que hace escasamente unos días se celebró el Día Mundial contra los Transgénicos y durante todo este mes se realizarán todo tipo de actividades y movilizaciones para intentar concienciar a los consumidores sobre los problemas que encierran los alimentos transgénicos. La prohibición alemana podrá ser celebrada el próximo 18 de abril durante la manifestación estatal contra los transgénicos que se realizará en Zaragoza y en la que se exigirá al Gobierno español una España libre de transgénicos.
Volviendo a la prohibición alemana, ha sido Ilse Aigner, la responsable del Ministerio de Agricultura del país, la que ha dado a conocer la noticia, Alemania ha prohibido el único maíz transgénico aprobado por la Unión Europea y respalda su decisión en base a las pruebas realizadas que indican que el cultivo de este maíz provoca daños en el medio ambiente.
Es interesante recordar que Francia formalizó la prohibición de cultivar maíz Mon 810 a raíz de los estudios que mostraban la posibilidad de contaminación genética y los diversos efectos tóxicos causados en algunas especies de insectos, algo que no debía ocurrir dado que el maíz se desarrolló para poder superar los ataques de sólo dos insectos responsables de ser la mayor plaga del maíz en todo el mundo.
También hay que destacar otros estudios que han mostrado que el maíz Mon 810 daña el sistema inmunológico de los ratones, lo que podría trasladarse a los humanos, desgraciadamente existen pocos estudios sobre cómo afectan este tipo de alimentos a nuestro organismo y la mayoría de ellos han sido realizados por las propias compañías biotecnológicas, con lo que dudaríamos de la imparcialidad de los resultados.
Por supuesto, Monsanto ha luchado para evitar dicha prohibición aportando estudios e informes a la ministra alemana, pero ésta también ha recibido los estudios e informes de otras instituciones como el Instituto para la Protección del Medio Ambiente o el Instituto federal Julius-Kühn. La decisión adoptada ha sido en base a toda la información recibida y parece que las empresas biotecnológicas no han podido influir en la decisión tal y como ha ocurrido en otras ocasiones. Basta escuchar las palabras de Gilles Eric Seralini, profesor de Biología Molecular y experto en organismos modificados genéticamente de la Unión Europea, en el documental del post La guerra de los cultivos transgénicos (II) para darse cuenta de la influencia de estas empresas.
De todos modos, queda un largo camino por recorrer, es sólo una primera batalla ganada en Alemania, noticias como esta no se dan en suelo español. El Gobierno español debería tomar ejemplo, aunque dudamos mucho que pueda actuar tal y como lo han hecho los países opositores a los OMG’s, recordemos el post Alimentos transgénicos, ¿cuál es la postura española?, la respuesta es totalmente a favor de los alimentos modificados genéticamente.
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