La Ministra de Alimentación y Agricultura de Alemania, Julia Klöckner, ha anunciado que introducirá la etiqueta NutriScore en su país, un etiquetado que proporciona información nutricional a través de un sistema basado en letras y colores, con el que se identifican los alimentos más saludables a fin de que los consumidores puedan tomar decisiones de compra que beneficien a su salud. Recordemos que Francia fue el primer país en introducir el etiquetado NutriScore, posteriormente, otros países también lo han introducido o tienen la intención de hacerlo, por ejemplo, Bélgica o España, entre otros.
La ministra comenta que Alemania introducirá la etiqueta NutriScore, pero con carácter voluntario, algo que no ha gustado a organizaciones de consumidores como Foodwatch, ya que la experiencia demuestra que las iniciativas voluntarias no tienen el impacto esperado y no suelen funcionar. Recordemos que a principios de año, el Gobierno del país pedía a la industria alimentaria que redujese el contenido de azúcar, sal y grasas de sus productos, pero también de forma voluntaria, lo cierto es que el carácter voluntario en este tipo de medidas es una tónica habitual en los países de la Unión Europea.
Como decíamos, la experiencia demuestra que el carácter voluntario no tiene el impacto esperado, en Francia se introdujo el etiquetado hace un par de años y sólo el 25% de los productos alimenticios lo llevan. Es necesario que se introduzca una norma de obligatoriedad a nivel comunitario que permita la implantación de la etiqueta en todos los países de la UE. Merece la pena recordar que este etiquetado funciona con una codificación con cinco colores y letras que van del rojo al verde en cinco niveles y cinco letras. El verde informa de la óptima calidad nutricional del producto, el rojo señala el abuso de grasas, sal o azúcares en los productos alimenticios, no siendo recomendable un consumo regular como parte de una dieta sana y equilibrada.
Parece ser que la decisión de introducir el nuevo etiquetado, surge a raíz de los resultados de una encuesta realizada a los consumidores por el Instituto Forsa en nombre de varias organizaciones médicas, científicas y organizaciones de consumidores como Foodwatch, donde se mostraron a los usuarios diferentes formatos de etiquetas. Según los resultados, la mayoría de los encuestados estaba a favor de introducir el etiquetado NutriScore, sólo una minoría estaba a favor de un etiquetado denominado “Wegweiser Ernährung», que fue propuesto por instituto estatal Max Rubner y que no ofrecía la información a través de un sistema de colores, que resulta más sencillo de interpretar.
Con el etiquetado, los consumidores lo tendrán un poco más fácil para identificar los alimentos más saludables, Foodwatch hubiera preferido obligatoriedad en la medida, pero explica que la normativa comunitaria no lo permite. Lo cierto es que cada país debería poder tomar decisiones a nivel nacional sobre estas cuestiones, que tome el gobierno alemán ejemplo de España, recordemos que la Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de nuestro país comentó que la etiqueta sería de uso obligatorio. Julia Klöckner ha explicado que se van a completar los pasos necesarios para introducir el etiquetado que, previsiblemente, entrará en vigor en abril del año que viene, aunque, quizá se produzca algún retraso que otro, como ya a ocurrido con otras medidas relacionadas con la alimentación y que implica el mayor conocimiento por parte de los consumidores.
¿Cuándo dejarán la UE y los gobiernos nacionales de hablar de normas voluntarias y pasar a la obligatoriedad? Esto es algo difícil, sobre todo sabiendo que la industria alimentaria mueve algunos hilos políticos ejerciendo presión y evitando que se adopten medidas que benefician a los consumidores, pero no a sus intereses. Podéis conocer más detalles de la noticia y de la encuesta que se realizó sobre el etiquetado a través de este artículo publicado en la página web de Foodwatch.