La Ministra de Sanidad de Hamburgo (Alemania) reconoce que los pepinos españoles no han sido los conductores del foco de infección de E. coli (Escherichia coli) que ha provocado 1.500 hospitalizaciones y 16 muertes, la misma Ministra que en su momento acusó a España de ser el origen de la infección. Es una rectificación que no ha servido de mucho, como sabemos, han sido muchos los países que se han sumado al veto de pepinos y de otras variedades vegetales producidas en nuestro país, las pérdidas son millonarias, pero lo peor es que el prestigio y la reputación de los productos españoles se ha visto afectada y la desconfianza se mantendrá. Alemania debería pagar las consecuencias de la crisis del pepino, parece que no se ha seguido un protocolo de rigor para determinar la verdadera procedencia de la infección alimentaria.
A través del vídeo podemos saber que a pesar de descartar la supuesta fuente inicial de la contaminación (España), no se conoce el verdadero origen y la cuarentena se mantiene, se sigue sospechando de los productos vegetales frescos, especialmente tomates, lechugas y por supuesto pepinos. No se sabe en qué momento llego la bacteria a los alimentos infectados, ni EL origen, ni el momento en el que se pudieron contaminar, en el transporte o EN la manipulación. Lo peor es la campaña que ataca abiertamente al sector y de una forma muy injusta, algunos comercios cuelgan el cartel “aquí no vendemos productos españoles”, seguramente la competencia se aprovechará de la situación. Han demonizado y prohibido la entrada a los pepinos españoles en Rusia y Bélgica, Estados Unidos controla minuciosamente la calidad de nuestros productos.
Desde Alemania se asegura que la actuación ha sido correcta y que la alarma no fue precipitada, se añade además que era una responsabilidad a cumplir, el informar tanto a los organismos competentes como a la opinión pública. La rectificación de Alemania demuestra que esa postura no se puede sostener, se puede alertar a la población, se puede advertir a los organismos competentes, pero no se puede asegurar con tanta facilidad la procedencia de la infección. Para quitarse las pulgas de encima, la senadora Cornelia Prüfer-Storcks declara que si ella fuera Ministra de Agricultura de nuestro país, intentaría averiguar cómo ha llegado la Escherichia coli O104:21, variante poco común de la bacteria que ocasiona graves enfermedades como el Síndrome urémico hemolítico.
Se ha adoptado el principio de precaución para garantizar la seguridad alimentaria ante la falta de pruebas y certeza científica de cómo se han podido contaminar los pepinos. La rectificación de Alemania sobre los pepinos españoles sirve de poco, a todos los problemas que tienen los agricultores de nuestro país, y a la crisis que estamos atravesando, le sumamos los nuevos acontecimientos, la crisis del pepino es contagiosa y se paralizan otros cultivos, el daño es grave y Alemania debería asumir las consecuencias. Nos sorprende saber que se está estudiando en Bruselas la forma de compensar a España, pero las soluciones propuestas no terminan de compensar las pérdidas, tampoco limpia la reputación de los productos que tendrán que cargar con el sambenito durante bastante tiempo, seguro que será una buena excusa para apretar más las tuercas a los productores españoles y comprar sus producciones a menor precio.
Ahora se discutirán las medidas y soluciones en un consejo extraordinario, pero ya sabemos cómo funcionan este tipo de reuniones y lo mucho que tarda la Unión Europea en adoptar las medidas o soluciones correspondientes, basta con saber que la reunión se realizará en el próximo Consejo extraordinario del día 17 de Julio, casi dos meses, demasiado tiempo para productos tan perecederos. Nosotros podemos ayudar a reducir la carga de los agricultores españoles comprando los productos y disfrutando de una alimentación saludable y por supuesto libre de bacterias, de momento ya os hemos propuesto varias recetas con pepino.