Hemos visto algunos ejemplos sobre cómo bridar un pollo u otras aves, también cómo atar la carne para un asado, la herramienta indispensable es el hilo de cocina o hilo bramante. Pero hay ocasiones en las que debemos cerrar con hilo un orificio, lo que viene a ser coser para unir dos o más piezas de carne o tejido, y para ello es necesario una aguja de bridar.
Es fácil recurrir a una mercería para hacernos con una aguja de un grueso apropiado para trabajar con los alimentos, pero también es necesario que esta aguja tenga un orificio con el grosor que precisa el hilo o cuerda de cocina. En las tiendas de utensilios de cocina tienen las agujas para bridar específicas, quizá en alguna mercería también.
La aguja de bridar se define (según Larousse Gastronomique) como una varilla de acero inoxidable con una longitud de entre 15 y 30 centímetros y con un diámetro que puede variar, de 1 a 3 mm. Como cualquier otra aguja que sirva para coser, cuenta con un extremo afilado que permite perforar el tejido y otro extremo con un ‘ojo’ en el que se enhebra el hilo que lo va a atravesar.
Esta pequeña herramienta es principalmente útil para cerrar aves que se van a asar rellenas, recordemos que hay alternativas a este sistema, recientemente pudimos conocer la placa protectora para aves rellenas, pero es más fácil que en una cocina haya una bobina de bramante que este accesorio de acero inoxidable.
Volviendo a la aguja para bridar, si habitualmente cocináis aves rellenas, puede resultar un utensilio útil que encontraréis fácilmente en ferreterías con sección de utensilios de cocina, en algunos casos se comercializan de forma individual (cuestan unos 5 euros) y en otros en estuches (como sucede con las agujas de costura), con distintos grosores y tamaños que se adecuan a cada necesidad.
Nos ha parecido interesante que veáis este vídeo del Atelier des Chefs, en el que nos muestran distintas formas de bridar un ave utilizando la aguja específica, además de otros consejos o trucos para un asado, propio de un chef.