El agua virtual es una teoría propuesta por John Anthony Allan, un profesor del Reino Unido que fue galardonado en el año 2008 con el Premio Estocolmo del Agua, premio que reconoce logros en las actividades relacionadas con el agua, en este caso por la teoría del agua virtual o agua oculta, concepto que hace referencia al gasto del preciado líquido en la producción de alimentos, en los servicios, etc. Básicamente es la suma del uso del agua en las diferentes etapas de la cadena de producción, sea en un producto, un servicio, etc. El profesor manifestó en su momento que el agua virtual tiene un impacto muy importante en la política del comercio mundial.
Según John Anthony Allan y basándose en la teoría del agua virtual, cada español consume al día unos 6.000 litros de agua, cantidad resultante de su consumo en todos los sentidos, incluso del agua que indirectamente se ha utilizado en la fabricación, producción de alimentos, transporte, y todo aquello en lo que pueda estar implicado el preciado elemento. El profesor destaca que la sociedad española consume esa cantidad diaria, teniendo en cuenta que la población de nuestro país es de algo más de 47 millones de habitantes, el total de agua virtual asciende a unos 102.930.000.000.000 litros de agua.
El 90% de esa cantidad se gasta en la producción de alimentos y bienes, el 10% restante es la que se usa a nivel personal, sea para beber, la higiene personal, etc. Según la teoría del agua virtual, el impacto de consumo es brutal, un ejemplo que ofrece el profesor es que para producir un kilo de carne de vacuno es necesario gastar unos 15.500 litros de agua, se aplica la misma regla, consumo del animal y gasto de agua en los cultivos con los que se le alimenta, también hay que añadir otros gastos de agua, transporte, el matadero, etc. Otros ejemplos que ofrece el profesor, para producir una hamburguesa son necesarios 2.400 litros de agua, ½ kilo de queso supone un gasto de 2.500 litros de agua, un kilo de arroz 3.000 litros, un kilo de huevos 3.300 litros de agua… podemos imaginar la cifra astronómica si calculáramos el gasto de agua virtual en los países industrializados.
Al respecto y siguiendo la estela del gasto de agua, sería interesante retomar la lectura del post Agua embotellada y concretamente lo que exponía el profesor de biología José Luis Garrido. Según el profesor, fabricar un plato grande de plástico supone el gasto de 6 litros de agua, un embalaje de un bocadillo 8 litros, un simple vaso de 150 ml. unos 10 litros de agua, y una botella de 33 cl. hasta 40 litros de agua. Como vemos, sólo se habla de la fabricación de simples accesorios de plástico. Para John Anthony Allan nuestra sociedad consume de forma desbocada y desenfrenada, no se valora el preciado recurso y no se tiene en cuenta lo que el gasto significa para el medio ambiente. Hay que destacar que detrás de cada ciudadano existe una impresionante huella del agua.
Para el profesor, el control del agua está en manos de las grandes compañías, recordemos que el agua es el negocio del siglo XXI. Al respecto es interesante retomar la lectura del post ¿En manos de quién está el agua potable donde escasea? John Anthony cree firmemente que compañías como Coca Cola o Nestlé son las que realmente manejan el agua y en el origen de la gestión, los agricultores son los que más utilizan el recurso, el profesor declara que estos se creen los dueños del agua pudiendo utilizar toda la que necesiten, ya que gracias a ellos podemos alimentarnos.
Hablando de las necesidades de agua en nuestro país, el profesor indica que tenemos agua de sobra, el problema es que la gestión que se realiza es ineficaz. El experto propone algunas soluciones, cambios de hábitos de consumo, mayor conciencia, planes de gestión más eficientes, cambios que cree que las siguientes generaciones pondrán en práctica para poder reducir la huella del agua virtual.
El concepto de agua virtual nos puede ayudar a saber cuánta agua se necesita para la producción de bienes y servicios, a partir de este dato se puede plantear una gestión más responsable que permita reducir el gasto de agua virtual. Pero hay que decir que algunos organismos consideran que no se puede confiar en el concepto de agua virtual para orientar conclusiones sobre las políticas a seguir y se le brinda poco valor práctico a la hora de tomar determinadas decisiones, sobre todo en las zonas donde existen menores recursos hídricos.
Ampliando un poco más la información que hemos podido conocer a través de la publicación digital Expansión, el contenido de agua virtual de un producto consta de tres componentes denominados, azul, gris y verde. El primero hace alusión al contenido de agua virtual resultante de las aguas superficiales o subterráneas que se evaporaron durante la producción del producto, si se habla de cultivos se hace referencia a la suma de la evaporación del agua en los campos, canales de riego, embalses, etc. El gris corresponde al agua que se contamina durante la producción de un determinado producto, el agua verde corresponde al volumen de agua de lluvia que se evapora durante un proceso de producción, esta relacionado también con los campos de cultivo. Podéis conocer más información al respecto a través de este enlace de Wikipedia.
Al margen de la teoría del agua virtual, es evidente que la gestión de los recursos hídricos no es la más acertada, el agua está mal repartida y además la falta de conciencia es muy elevada.
Foto 1 | Steve_Steady64
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