BLK es una marca canadiense que comercializa un agua de color negro obtenida de un manantial artesiano alimentado por diferentes acuíferos, del que dicen que tiene millones de años de antigüedad. Dicho manantial se localiza en la Reserva Forestal de Sandiland, el agua que arroja contiene diferentes minerales pertenecientes a la materia orgánica prehistórica de origen vegetal (hace 75 millones de años) que se encuentra en depósitos de las profundidades de la Tierra, la empresa los denomina minerales fúlvicos, aunque en realidad es un compuesto que contiene hasta 77 minerales diferentes y ácido fúlvico. Precisamente del agua negra BLK se destaca su composición, aunque lo más llamativo sin duda es su color oscuro.
La empresa asegura que el bajo peso molecular del agua negra favorece su absorción y por tanto hidrata más rápido que el resto de aguas. Tiene pH 9, la marca asegura que contribuye a equilibrar los niveles de pH del organismo, no contiene colorantes o sabores artificiales y cuenta con certificación kosher. No se trata de una novedad, dado que el agua se lanzó al mercado hace varios meses, por otro lado hay que desconfiar de los argumentos que ofrecen sobre sus características y propiedades.
En primer lugar, los minerales contenidos y el ácido fúlvico no son necesarios para los seres humanos, la inclusión de estos elementos en el agua no mejora sus beneficios nutricionales, una dieta que contenga alimentos vegetales aportaría los fitonutrientes que en teoría aporta el agua negra BLK y en mayor cantidad. El trabajo de marketing es bueno, un diseño minimalista muy actual y por supuesto un color acorde a su contenido, el negro, algo que llama la atención. Con respecto a tomar agua negra, sera cuestión de imaginarse que se trata de un refresco de cola, ya que el agua potable se asocia al agua tranparente, incolora, cristalina…
Por las características citadas anteriormente, la empresa asegura que se trata de un agua que debe ser indispensable en la despensa de todo buen gourmet, al respecto tenemos serias dudas. La denominación de las aguas se incrementa continuamente, se pretende satisfacer a un segmento de consumidores que buscan originalidad, propiedades excepcionales, diferenciación, etc., de ello se valen algunas empresas para poder lanzar al mercado sus productos bajo descriptivas que deberían ser supervisadas científicamente para evitar mensajes fraudulentos o erróneos.
El agua BLK se comercializa en dos formatos, botellas de poco más de 1/2 litro en packs de 24 botellas, por un precio de unos 42 euros, el pack de 24 botellas de 23 cl tiene un coste de unos 36 euros en la web de Amazon, único lugar donde se pueden adquirir por el momento. Sería interesante contar con la opinión de quienes ya la hayan probado.