Hoy empieza la Cumbre Mundial de la Alimentación 2019 (World Food Summit) en Copenhague (Dinamarca), evento de dos días de duración en el que expertos de todo el mundo tratarán diferentes temas relacionados con la alimentación, por ejemplo, garantizar la seguridad alimentaria, mejorar las dietas y la salud, aumentar la eficiencia en el uso de recursos, etc. Pero, se hará especial hincapié en la lucha para reducir el desperdicio alimentario.
Según una investigación realizada por expertos en alimentación y agricultura, el mundo se encuentra en un momento crítico en la lucha contra la pérdida de alimentos, este grupo de expertos ha presentado el informe sobre este problema y ha preparado la agenda global para reducir a la mitad la pérdida y el desperdicio de alimentos para el 2030. En este documento se explica que abordar el problema es una estrategia que ayudará a mejorar la seguridad económica, reducir los efectos del cambio climático, abordar el problema del hambre en el mundo y garantizar que más personas tengan acceso a una dieta rica en alimentos nutritivos.
Para los expertos es una oportunidad para que los sectores públicos y privados amplíen las soluciones que permitan crear un impacto positivo y significativo, tanto para las personas como para el planeta. Como sabemos, casi un tercio de los alimentos que se producen a nivel mundial no se comen, se pierden o desperdician, lo que supone un enorme gasto para la economía global. Por otro lado, se calcula que el problema es responsable de la emisión del 8% de los gases de efecto invernadero y de que una de cada nueve personas sufra desnutrición.
En el informe se analiza la cadena de suministro desde la producción en el campo hasta que los alimentos llegan a la mesa del consumidor, señalando las principales oportunidades para que gobiernos y empresas reduzcan la ineficiencia en la cadena alimentaria y, por tanto, el volumen de comida que se pierde o se desperdicia. La agenda preparada se basa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, su objetivo principal es establecer una plataforma en la que participen todos los actores implicados a fin de poder transformar el sistema alimentario mundial para que sea más sostenible y saludable.
En esta agenda para reducir a la mitad la pérdida y el desperdicio alimentario en 2030, se apunta la necesidad de que los gobiernos y las empresas adopten ese objetivo, y de determinar con precisión cuánto y óonde se pierden y desperdician en la cadena alimentaria para poder tomar medidas en esos puntos críticos. Se considera necesario que cada uno de los eslabones de la cadena de suministro alimentario pongan en marcha acciones concretas, por ejemplo, que los agricultores hablen con sus clientes y analicen la aplicación de cambios en las especificaciones de calidad y los estándares de mercado, lo que reduciría el volumen de productos que se desechan.
Se podría hablar con las empresas procesadoras para que construyan instalaciones cercanas a las granjas, cuya misión sea transformar los cultivos y subproductos que no se pueden comercializar, incluidos los residuos agrícolas, en productos con valor añadido. Los minoristas podrían poner en marcha un plan para educar a los consumidores acerca de una mejor gestión de los alimentos, control en las compras, un almacenamiento correcto, etc., a fin de reducir el desperdicio en el hogar. Estas son sólo algunas de las acciones propuestas, pero hay muchas más de las que ya se ha estado hablando desde hace algunos años, pero, lamentablemente, no han llegado a ponerse en marcha.
La agenda de acción global propuesta se basa en grandes y audaces ideas, algunas ya funcionan, como las asociaciones público-privadas a nivel nacional para tratar el tema, la financiación de programas para reducir el desperdicio alimentario, etc. Pero queda todavía mucho por hacer y en la agenda se señalan muchos puntos que se deben tener en cuenta para garantizar la seguridad alimentaria y la salud de las personas. La agenda es una hoja de ruta ambiciosa que puede hacer frente al grave problema de la pérdida y desperdicio de alimentos, son muchas soluciones que se pueden alcanzar y que están interconectadas, ya que en la mayoría de casos requiere de la colaboración de todos los eslabones de la cadena alimentaria y los gobiernos.
Si se consiguiera reducir un 50% la pérdida y el desperdicio de alimentos, se apreciarían beneficios significativos, los responsables de la cumbre comentan que para poder hacer realidad un sistema alimentario saludable y sostenible, para poder garantizar una mejor alimentación para más personas y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para el 2030, es necesario cambiar el actual sistema alimentario, que todas las partes se reúnan, compartan experiencias y desarrollen nuevas ideas y soluciones. En el mundo más de 800 millones de personas tienen hambre, más de 2.000 millones padecen sobrepeso u obesidad, y un tercio de los alimentos producidos se pierde o desperdicia , estos sólo son algunos hechos que todo el mundo debe conocer y ante los que se debe reaccionar.
Sobre la agenda, a la que tenéis acceso en este enlace (Pdf), podéis conocer más detalles a través de WRI (Instituto de Recursos Mundiales), organización cuya finalidad es crear condiciones de equidad y prosperidad a través de la administración sostenible de los recursos naturales. En la página de la Cumbre Mundial de la Alimentación 2019, podréis conocer todos los puntos que se van a tratar en la cita, los eventos paralelos, los compromisos que se espera que se adquieran en la reunión, etc.
