Un grupo de investigadores del Instituto Indio de Investigación del Arroz (Central Rice Research Institute), acaba de dar a conocer el desarrollo de una nueva variedad de arroz, el Agani Bora, el arroz que no necesita cocción aunque sí hidratación, basta con que se mantenga en remojo a temperatura ambiente durante 45 minutos para poderlo comer sin que resulte duro.
La nueva variedad de arroz Agani Bora se ha obtenido tras tres años de investigación y mediante la combinación de dos tipos de arroz, es decir, no se trata de un arroz transgénico, sino de un híbrido. El arroz en cuestión ha sido desarrollado para poder satisfacer las necesidades alimentarias de las personas con menos recursos y que tienen dificultades para poder acceder a los combustibles con los que poder cocinar el arroz tradicional, carbón, leña, gas, etc.
Por otro lado, los investigadores indican que con el nuevo arroz, además de reducir el coste energético, se logra reducir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, un valor añadido que quizá resulta insignificante, ya que los verdaderos problemas del calentamiento del planeta y las emisiones de gases contaminantes no proceden precisamente de la cocción del arroz y la reducción de emisiones representaría una gota de agua en un gran océano.
Al margen de esta característica, si se debe valorar el alimento como un recurso interesante, no sólo para los más desfavorecidos de la India, sino para el resto de países en vías de desarrollo. Las investigaciones han centrado su interés en todos los detalles relacionados con la nueva variedad de arroz Agani Bora, sistemas de cultivo, propiedades nutricionales, características bioquímicas, etc. Al parecer, las pruebas han sido satisfactorias, ahora sólo será necesario realizar un cultivo extensivo con el que obtener semillas suficientes para repartir entre los agricultores.
A través de EuroNews podemos saber que los datos de rendimiento del Agani Bora, el arroz que no necesita cocción, son de 4’5 toneladas por hectárea cultivada en un periodo de 145 días, un rendimiento aceptable si realizamos comparativas con los rendimientos obtenidos en otros países. Otra duda es el reparto del arroz, en teoría se destinará a las personas más pobres, suponemos que poseerán tierras para poder cultivarlo, a ver si va a ocurrir lo mismo que con la ayuda que la FAO proporcionó entre los agricultores más necesitados de Haití, 600 toneladas de semillas y herramientas de trabajo que posiblemente de poco han servido, de ello hablábamos en el post Galletas de barro de Haití, (por cierto, lamentamos profundamente la desgracia sufrida en este país y esperamos que las ayudas lleguen y sean efectivas, que no ocurra lo mismo que con el terremoto de Perú del 2007, un mes después del terremoto muchos peruanos declaraban que apenas habían recibido nada de toda la ayuda internacional enviada).
Volviendo al tema del arroz, nos asaltan varias dudas que posiblemente serán resueltas cuando se publique el estudio en la página oficial del Instituto Indio, por ejemplo, podemos citar que el arroz crudo contiene esporas de microorganismos peligrosos como podría ser el bacillus cereus, una bacteria dañina para la salud cuyas esporas producen toxinas que afectan al sistema gastrointestinal, ¿cómo se ha evitado este problema en la alimentación con la nueva variedad?, cuando despejen todas las dudas que puedan aparecer, posiblemente el Agani Bora, el arroz que no necesita cocción, podría tener múltiples aplicaciones.
Foto | Talukdar