El mes que viene podría tener lugar en París un juicio entre Nestlé y las compañías de la competencia que utilizan un sistema similar al de las cápsulas de café Nespresso, el juicio enfrenta a esta compañía contra un ex ejecutivo de Nestlé y el grupo Sara Lee, una compañía de bienes de consumo que comercializa sus productos en más de 180 países y que tiene su sede en Estados Unidos. Dependiendo del veredicto del juicio, podremos decir adiós al monopolio de las cápsulas de café Nespresso, sin duda sería un duro golpe para la compañía suiza.
Nestlé argumenta que se ha violado la propiedad intelectual y se tira por tierra la inversión de millones de euros que esta compañía ha realizado en las áreas de desarrollo e innovación con el propósito de que los consumidores pudieran disfrutar de una taza de café expresso tal y como la disfrutarían en cualquier cafetería. La comercialización de cápsulas de café por otras compañías, como Sara Lee, están a un precio significativamente más reducido (29 céntimos) que el de las cápsulas de Nespresso, cuyo coste se sitúa entre los 34 y los 49 céntimos dependiendo del tipo de café.
Sería interesante retomar la lectura del post Nespresso, ¿realmente salen tan caras las cápsulas de café? La demanda de Nestlé intentará evitar el fin del monopolio de las cápsulas Nespresso y la pérdida de millones de euros que ello supondría. Por su parte, los competidores de Nestlé indican que esta compañía pretende vetar un segmento de mercado y acotarlo bajo su dominio a sabiendas de que se trata de uno de los nichos del mercado cafetero con mayor crecimiento. Según podemos saber a través de la publicación digital de El País, las cápsulas de café suponen nada menos que hasta un 40% del valor de las ventas de café molido que se realizan en el mercado europeo. Será interesante acceder a la página Euromonitor International y dar un vistazo a las cifras que mueve el café en diferentes países del mundo, para adquirir conciencia sobre el volumen económico a nivel mundial que mueve el café molido.
Jean-Paul Gaillard, el ex alto ejecutivo de Nestlé que se mantuvo al frente de Nespresso durante 10 años, argumenta que Nestlé pretende prohibir las cápsulas para las cafeteras de un modo similar a lo que hacían Hewlett-Packard o Epson intentando prohibir los cartuchos genéricos. Por otro lado se argumenta que las cápsulas biodegradables desarrolladas por Jean-Paul Gaillard para los competidores (Ethical Coffee), son copias de las cápsulas biodegradables Nespresso. De momento hay que decir que Nestlé tiene 1.700 patentes y la mayoría de ellas expiran dentro de dos años, además realiza grandes esfuerzos para evitar que el sistema de cápsulas de aluminio pueda ser accesible para los competidores. Sara Lee ha desarrollado la versión de cápsulas perforadas denominadas L’Or, cápsulas que se comercializan en el mercado francés y con las que próximamente pretende abrir nuevos mercados en Estados Unidos y Europa.
Según Sara Lee no se ha violado en absoluto la patente, tamaño, color, forma y material son diferentes, pero evidentemente esto tendrá que dictaminarlo el tribunal, sería interesante dar un vistazo a la noticia publicada en El Economista sobre el reto realizado por Sara Lee a Nespresso con sus nuevas cápsulas. Desde el año 2000 y hasta la fecha, se han comercializado más de 20.000 millones de cápsulas Nespresso, la desestimación de la demanda se verá reflejada en las ventas significativamente. El consejero delegado de Nestlé declara que hay que protegerse ante las copias de los productos y se puede deducir que pelearán con uñas y dientes. Para el consumidor, posiblemente sería muy beneficioso que Nestlé no se saliera con la suya, se acabaría el monopolio y entraríamos en el terreno de la competitividad y los precios más ajustados. En fin, parece que la contienda será larga, seguramente pronto tendremos nuevas noticias al respecto.