Algunos clientes desaprensivos en Japón se dedican a realizar actos vandálicos en los platos de sushi de restaurantes giratorios, como los de la famosa cadena de restaurantes de sushi Kaitenzushi. Dichos clientes llevan a cabo diferentes acciones indecorosas y repugnantes, siendo una clara muestra de desprecio al resto de comensales y a los altos estándares de higiene que tienen estos establecimientos.
Entre las acciones que ocupan a estos clientes sin escrúpulos, se puede citar que lamen la boca de una botella de salsa de soja y los bordes de los vasos, se chupan los dedos y tocan algunas de las piezas de sushi de los platos de la cinta transportadora, lamen la cuchara de un recipiente que contiene té verde y que es de uso público, empapan el arroz en salsa de soja, y así diferentes actos que conforman lo que se ha definido como el «terrorismo del sushi«.
Algunos creen que lo ocurrido en Kaitenzushi y en otras cadenas no es una novedad, que es probable que estos actos vandálicos sobre la comida se lleven a cabo desde hace tiempo, pero gracias a que algunos de estos desaprensivos han compartido en las redes sociales sus lamentables hazañas, estos restaurantes están en el centro de una investigación policial. Si dais un vistazo a uno de los vídeos que se han compartido en Twitter, podréis ver lo que hace un adolescente a modo de gracia, aunque la verdad, no tiene nada de gracioso.
https://twitter.com/takigare3/status/1619658064898166784?ref_src=twsrc%5Etfw
Se trata de un hecho grave que, además, puede atentar contra la salud de otros consumidores. Por otro lado hay que destacar el daño económico que se ejerce a esta industria de la restauración, ya que a raíz de la difusión de las imágenes, las acciones de la cadena Kaitenzushi han caído casi un 5%, y es probable que también sufran pérdidas económicas otras cadenas y establecimientos por la desconfianza generada. Esto supone un varapalo para esta industria del sushi, que mueve más de 5.200 millones de euros en el país.
Otras cadenas como Sushiro, que también tiene un problema similar, ha puesto en marcha una serie de medidas para insuflar confianza a sus clientes, como sustituir todas las botellas de salsa de soja del restaurante, lavar todas las tazas de té, no colocar ni condimentos ni utensilios en las mesas de los comensales, siendo necesario que los recojan en un punto de servicio, etc. Según leemos aquí, otras cadenas plantean llevar a cabo medidas más disuasorias, como instalar cámaras sobre las cintas transportadoras.
Lamentablemente y aunque se esté hablando de restaurantes de Japón, es probable que este tipo de actos se realicen en otras cadenas y en diferentes países del mundo, siempre hay quien cree ser gracioso con sus acompañantes haciendo este tipo de fechorías.