Hace algunas semanas que conocimos el aceite de trufa Monbolet, y desde entonces, hemos ido incorporándolo en distintas recetas para ver (oler, saborear) su respuesta, en primer lugar nos ha llevado a recordar lo que opinan del aceite de trufa algunos cocineros, generalmente la respuesta era que el aceite de trufa puede resultar interesante para dar sabor a un plato, pero ante todo hay que buscar un aceite bueno, pues los hay buenos y malos, y utilizarlo con moderación.
La mayoría de aceites de trufa no son totalmente naturales, se le incorporan aromas químicos que intensifican su aroma y lo hacen más duradero. Está claro que la trufa negra (Tuber melanosporum) emana un intenso aroma, pero hay marcas de aceite de trufa que le superan, se exceden en perfurmarlo y lo peor es que no es trufa natural. Bueno, quizá lo peor es el aceite, como la trufa se lleva todo el sabor de este preparado, puede resultar complicado identificar el aceite con el que se ha elaborado.
Volviendo al aceite de trufa Monbolet (Oli de tòfona), en un primer momento lo encontramos muy suave, dado que estamos acostumbrados a los aceites de trufa negra más intensos (algunos similares al uso de extractos, con los que sólo se pueden añadir unas gotas), también al aceite de trufa blanca (Tuber magnatum), pero este aceite de trufa que elabora una empresa familiar de Berga (pre-Pirineo catalán) es para aderezar y saborear.
Monbolet es el nombre de esta pequeña empresa que se dedica al mundo de las setas, desde la recolección, la selección, la transformación y elaboración que cada una precise, hasta la comercialización. Disponen de una amplia gama de productos con setas y trufas, frescos, deshidratados, aceites, vinagres, etc. Podemos leer en su web que trabajan los productos de forma artesanal y natural, sin añadir aditivos, colorantes ni conservantes, y seleccionando materias primas de calidad, todo ello para ofrecer a los consumidores los mejores productos elaborados de la comarca en base a lo que la tierra les ofrece, riqueza micológica.
El aceite de trufa Monbolet está elaborado con trufa negra y aceite de oliva virgen con un máximo de 0’6º de acidez, según indica en la etiqueta. Como podéis ver en la fotografía, la base de la botella está cubierta de láminas de trufa, y aunque la densidad del aceite no se puede apreciar, éste es untuoso. Es un aceite de trufa muy equilibrado, se aprecia la trufa y se aprecia el aceite.
Se comercializa en botellas (la que veis en la imagen) de 200 ml. y su precio no llega a los 10 euros. Además, Monbolet se puede encontrar en mercados y ferias donde comercializan todos sus productos, en Barcelona, Granollers, Sant Cugat del Vallés… seguro que muchos de vosotros ya los conocéis.