Aceite de piñón

El aceite de piñón es un condimento muy interesante para utilizar en la cocina, se trata de un aceite de color dorado que ofrece un sabor y una finura excepcionales. Es ideal para aliñar la ensalada o un plato de pasta aunque también puede utilizarse sobre la carne una vez cocinada proporcionándole un sabor muy rico.

El aceite de piñón se ha utilizado durante muchos años, especialmente en Rusia, en ese país se utilizaba como complemento nutritivo ante la escasez de comida durante los largos periodos invernales siberianos. Entre algunas de las características saludables que se destacan del aceite de piñón se encuentran sus propiedades preventivas contra las enfermedades cardíacas, propiedades inflamatorias, etc.

El ingrediente activo del aceite de piñón es el ácido pinolénico, un complemento considerado muy valioso gracias a la función de estimulación que efectúa sobre dos hormonas peptídicas responsables de la supresión del apetito, la CCK y la GLP1, estas hormonas se encargan de enviar mensajes de saciedad y por tanto, se reduce el deseo de comer. De ahí que el aceite de piñón sea muy utilizado como complemento en algunas dietas y la industria lo comercialice con indicaciones para reducir el sobrepeso o la obesidad.

El aceite que normalmente se comercializa es el que se obtiene de los piñones de un pino coreano que también crece en China, aunque hay que decir que el «Pinus koraiensis» es originario de Rusia. La idea de utilizar complementos o alimentos saciantes es una buena opción para intentar controlar nuestro peso a través de las dietas, de ahí que mayoritariamente se haya utilizado elementos saciantes como la fibra o las proteínas.

Ahora recordamos un estudio realizado por un investigador estadounidense sobre los champiñones y su gran poder saciante, según el experto bastaba con incluir en nuestra dieta champiñones para poder controlar nuestro peso. Además indicaba que su efecto saciante era extremadamente duradero llegando a alcanzar hasta tres días.

Pero retomando el tema del aceite de piñónes, a pesar de todo lo que se dice sobre este suplemento, los investigadores recomiendan prudencia ante la falta de evidencias científicas que certifiquen su poder saciante, el motivo para ello es que no existen estudios que muestren los mecanismos de acción que se producen en nuestro organismo cuando ingerimos aceite de piñón. Como sabemos, el mejor aval es la evidencia científica y en este caso no está consolidada.

La composición rica en ácido pinolénico es la causa por la que algunos investigadores creen que se trata de una grasa de mayor poder saciante que otras, además, todas las pruebas que se han realizado in vitro han constatado que el ácido en cuestión provocaba la estimulación de los péptidos que regulan el apetito, la colecistocinina (uno de los más conocidos en el proceso de la saciedad) y un péptido similar al glucagón-1.

Pero como decíamos, han sido pruebas in vitro y quizá ofrezcan resultados distintos en el organismo humano. Los investigadores creen que se extenderá el uso del aceite de piñón, siendo éste un ingrediente estrella en algunos productos alimenticios, con lo que podremos encontrar alimentos que contendrán como añadido extra aceite de piñón.

La industria de la alimentación aprovechará lo que se dice sobre los beneficios saludables y dietéticos de este aceite para incrementar las ventas. Pero deberán recordar que las nuevas leyes exigen que se deban realizar estudios científicos cuyos resultados avalen los beneficios del aceite de piñón antes de comenzar a propagar a los cuatro vientos las bondades de este ingrediente.

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