El aceite de pepitas de uva es un aceite vegetal que se obtiene, como su nombre indica, de las semillas o las pepitas de la uva (Vitis vinifera), generalmente de variedades cultivadas en Francia, Italia, España y Argentina.
En el Antiguo Egipto se consideraba al aceite de semillas de uva como un excelente producto por sus beneficios terapéuticos al que sólo tenían acceso las clases altas. Este aceite se utiliza tanto en la cocina como en distintas aplicaciones cosméticas y terapéuticas como vemos desde la antigüedad, y posteriormente se han realizado estudios que confirman sus bondades.
El aceite de pepitas de uva se obtiene mediante el prensado en frío de las semillas, proporcionando un aceite vegetal de color amarillo pálido. Es muy apreciado para aderezar alimentos en crudo, para hacer vinagretas, aliñar ensaladas, marinar carnes o pescados… ofrece un suave sabor afrutado, con poca acidez y algo dulce. Pero este aceite también tiene las características necesarias para cocinar con él, pues su punto de humo se encuentra en los 216º C.
Sus cualidades nutritivas son muy valorables, es una de las grasas con menos ácidos grasos saturados, en torno a un 11%, los ácidos grasos monoinsaturados rondan el 16-20% y los poliinsaturados están en un 68-75%.
Destaca su alto contenido en ácido linoleico, un ácido graso esencial (que no sintetizamos y debemos recibir a través de la alimentación) que pertenece al grupo Omega 6. También contiene en menor proporción ácido linolénico, correspondiente a los Omega 6, vitamina E y flavonoides. Con respecto a su aporte calórico, es similar al resto de aceites.
El aceite de pepitas se puede encontrar cada vez en más establecimientos, desde las tiendas de dietética, pasando por las tiendas gourmet y en algunos hipermercados. Su precio es algo más elevado que el de otros aceites, pero os recomendamos probarlo si no lo habéis hecho ya, tanto por sus cualidades organolépticas como por sus propiedades para la salud.