Aceite de oliva con información obligatoria sobre su origen, esta es la nueva propuesta de la Unión Europea y que pretende implantar en unos meses. Se trata de una nueva normativa que obligará a las empresas comunitarias dedicadas al mundo del aceite de oliva a incluir esta información, algo con lo que los consumidores podremos al fin conocer la verdadera procedencia de los aceites que tomamos. Sin embargo, esta medida no es bien recibida por algunos sectores del aceite, ya aparecen discrepancias entre los productores italianos y españoles.
En algunas ocasiones la procedencia real del aceite de oliva se oculta al consumidor, un ejemplo que podemos nombrar es el artículo “La mentira del aceite de oliva” que publicó a finales del año pasado un periódico noruego cuestionando la procedencia del origen del aceite de oliva italiano que se comercializaba en el país. Según este artículo, gran parte del aceite Made in Italy que se comercializaba en ese país, en realidad procedía de otros países productores, España, Marruecos, Turquía, Grecia, etc. De todo el aceite “italiano” que se exportaba a Noruega, tan sólo un 20% era fruto de la producción italiana, el resto pertenecía a otras denominaciones.
Evidentemente, los méritos de la calidad y el sabor del aceite eran atribuidos a un país que no era merecedor de los elogios por estos productos. El Gobierno italiano ya puso en marcha algunas medidas para evitar este tipo de fraudes, de hecho, la última medida fue un decreto en el que se obligaba a indicar en las etiquetas la verdadera procedencia del aceite que se envasaba en el país, aunque parece que la medida no era del todo eficaz.
Actualmente la identificación veraz del aceite de oliva es voluntaria, algo que cambiará en unos meses, cuando se materialice la nueva normativa. Se deduce que dentro de la obligación se podrá optar por indicar el país de origen o indicar que se trata de un aceite producido en un país comunitario. Esta segunda opción enturbia en cierto modo la transparencia de la procedencia.
La Unión Europea pretende además que se especifique obligatoriamente la mezcla de aceites, de este modo se evitaría el fraude de un producto que se vende como 100% de una determinada variedad, siendo en realidad un coupage y, se evitará que se mezclen aceites no comunitarios con los producidos en la Unión Europea bajo esta última premisa.
Como decíamos, se trata de una propuesta que ya ha generado algunos debates, algunos productores españoles están de acuerdo con la denominación «Elaborado en la Unión Europea», pero no aceptan la obligación de expresar el verdadero país de procedencia. En cambio Italia, país del que muchas noticias han mostrado diversos fraudes con el aceite de oliva, parece dar un paso más significativo y pretende que se especifique claramente el país de origen, esto es algo que acallaría el artículo publicado en el diario noruego y sería contrario a las supuestas prácticas italianas en las que importan aceite de oliva español etiquetándolo como italiano en la venta.
La deducción sería que Italia se convertiría en el país más perjudicado y sin embargo, es el que apoya la propuesta que nosotros creemos más correcta para los consumidores. Por el contrario, España no está de acuerdo y es lógico dado el gran volumen de aceite de oliva a granel que exporta. Quizás esta nueva normativa perjudicaría las exportaciones y por eso se niega a que sea mostrado el país de origen. Seguro que esta nueva normativa dará mucho que hablar en posteriores semanas.