Aceite de jengibre

El aceite de jengibre es un aderezo que puede combinar muy bien con distintos platos, con él podemos hacer vinagretas o aliñar ensaladas directamente, emulsionar salsas, aderezar pescados y ceviches, dar un toque de sabor con unas gotas en un puré o en las cremas de verduras, legumbres, etc.

Hacer aceite de jengibre es muy sencillo, y podremos conservarlo en el frigorífico varias semanas, no podemos concretar cuántas porque cada vez que lo hacemos, solemos consumirlo en poco tiempo.

Puedes hacer tu aceite de jengibre con las cantidades que te proporcionamos o hacer menos cantidad si prefieres que no se almacene en el frigorífico, pero piensa que según pasan los días el sabor se potencia…

Ingredientes

  • 150 mililitros de aceite neutro (puedes utilizar aceite de girasol o si lo prefieres un aceite de oliva muy suave)
  • 100 gramos de raíz de jengibre fresca.

Elaboración

Pela el jengibre y córtalo en finas rodajas, ponlo junto al aceite en un cazo y llévalo al fuego, es interesante disponer de un termómetro de cocina para controlar la temperatura, pues debes confitar el jengibre a 65-70º C durante 3 horas.

Si no dispones de termómetro, pon el fuego al mínimo, según la vitro o el fogón que tengas puede ser necesario jugar con las temperaturas al 1 y al 2.

Una vez pasadas las tres horas, retira el cazo del fuego y deja enfriar. Después cuela el aceite y pásalo a una botella o tarro de cristal que puedas cerrar. Reserva en el frigorífico durante 12 horas antes de usarlo para que se exprese el sabor y el aroma del jengibre.

También puedes dejar macerar el aceite aromatizado con jengibre estas 12 horas en el frigorífico con el jengibre y después colarlo, tomará aún más sabor. Y después, el jengibre confitado puedes utilizarlo en otras elaboraciones, en salsa por ejemplo, como la que hemos hecho para el Salmón con hinojo y queso quark.

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