El pasado martes 19 de mayo se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea la inclusión de la denominación ‘Aceite de Jaén’ con Indicación Geográfica Protegida en el registro de denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas, incluido e la Clase 1.5 Aceites y grasas (mantequilla, margarina, aceite, etc.). Sin duda, es una buena noticia que se ha hecho esperar, pues el proceso se inició en el año 2010, y de sobra es conocida la calidad y excelencia de los aceites de oliva virgen extra jiennenses, pero con este reconocimiento de la Unión Europea se espera que el oro líquido de Jaén se posicione fuera de nuestras fronteras.
Para conocer más a fondo las características y particularidades del Aceite de Jaén (IGP) nada mejor que acceder al Pliego de Condiciones de la Indicación Geográfica Protegida ‘Aceite de Jaén’, empezando por conocer su definición, las variedades de aceituna con las que se puede producir, las características organolépticas, la zona geográfica y los municipios que la integran, cómo reconocer el Aceite de Jaén en el mercado, etc.
La mencionada definición del ‘Aceite de Jaén’ es que se trata de aceite de oliva virgen extra obtenido directamente del fruto del olivo (Olea europaea L.), exclusivamente por procedimientos mecánicos, de olivares de la zona geográfica que veremos a continuación y que presenta las características reflejadas en el apartado 2.2 del documento.
La zona geográfica de la I.G.P. Aceite de Jaén comprende los 97 municipios de la provincia de Jaén, con una extensión de 13.496 km2, y son los siguientes:
Albanchez de Mágina, Alcalá la Real, Alcaudete, Aldeaquemada, Andújar, Arjona, Arjonilla, Arquillos, Arroyo del Ojanco, Baeza, Bailén, Baños de la Encina, Beas de Segura, Bedmar y Garcíez, Begíjar, Bélmez de la Moraleda, Benatae, Cabra de Santo Cristo, Cambil, Campillo de Arenas, Canena, Carboneros, Cárcheles, Castellar, Castillo de Locubín, Cazalilla, Cazorla, Chiclana de Segura, Chilluévar, Escañuela, Espelúy, Frailes, Fuensanta de Martos, Fuerte del Rey, Génave, Guarromán, Higuera de Calatrava, Hinojares, Hornos, Huelma, Huesa, Ibros, Iznatoraf, Jabalquinto, Jaén, Jamilena, Jimena, Jódar, La Carolina, La Guardia de Jaén, Lahiguera, La Iruela, La Puerta de Segura, Larva, Linares, Lopera, Los Villares, Lupión, Mancha Real, Marmolejo, Martos, Mengíbar, Montizón, Navas de San Juan, Noalejo, Orcera, Peal de Becerro, Pegalajar, Porcuna, Pozo Alcón, Puente de Génave , Quesada, Rus, Sabiote, Santa Elena, Santiago de Calatrava, Santiago-Pontones, Santisteban del Puerto, Santo Tomé, Segura de la Sierra, Siles, Sorihuela del Guadalimar, Torreblascopedro, Torredelcampo, Torredonjimeno, Torreperogil, Torres, Torres de Albanchez, Úbeda, Valdepeñas de Jaén, Vilches, Villacarrillo, Villanueva de la Reina, Villanueva del Arzobispo, Villardompardo, Villarrodrigo y Villatorres.
El Aceite de Jaén procede de distintas variedades de aceituna, pueden ser monovarietales o combinando variedades, pero la principal es la aceituna Picual, una variedad autóctona que representa más del 90% de la superficie oleícola de la zona geográfica. Y las variedades secundarias son las autóctonas Manzanilla de Jaén, Royal de Cazorla y Carrasqueño de Alcaudete, y las no autóctonas Hojiblanca, Arbequina y Picudo. El reglamento contempla también que el Aceite de Jaén se obtiene de las aceitunas recolectadas antes del 31 de diciembre y que al menos el 85% de ellas sean de variedades autóctonas.
Todo esto, junto al proceso de elaboración, se deberá ver reflejado en las características del producto final, un AOVE con un alto contenido en ácido oleico y en antioxidantes naturales (principalmente compuestos fenólicos) y bajo contenido en ácido linoleico y palmítico. De las características organolépticas del Aceite de Jaén se señala:
– Olor: aroma perceptible de aceituna sana y fresca, con matices a hortalizas u otros vegetales como hojas o hierbas verdes, de notas frutales destacadas, de intensidad moderada a alta (mediana de frutado en una escala lineal continua mayor que 3.0)
– Gusto: sabor limpio y fragante a aceituna sana y fresca, notas amargas y picantes, de la siguiente intensidad
– Amargor: moderadamente o claramente perceptible (mediana en una escala lineal continua entre 3.0 y 6.5)
– Picor: moderadamente o claramente perceptible (mediana en una escala lineal continua entre 3.0 y 6.5).
En resumen, las características organolépticas de los aceites de la IGP “Aceite de Jaén” están definidas por aromas a aceituna limpia, sana y fresca, recolectada antes del 31 de diciembre, donde los atributos amargo y picante están marcados.
El Pliego de Condiciones de la Indicación Geográfica Protegida Aceite de Jaén nos ilustra también sobre el proceso de producción y elaboración de este excelso producto, desde la recolección del fruto hasta el embotellado, pasando por el transporte a la almazara, la limpieza y pesaje de la aceituna, el batido, la separación de fases, el almacenamiento, el envasado… Podéis acceder a su lectura a través de este enlace (Pdf).
Será muy fácil encontrar y reconocer el Aceite de Oliva Virgen Extra de Jaén con su reconocida marca ‘Aceite de Jaén’ y el distintivo o mención de la IGP en su contraetiqueta, ¿sabíais que este es el primer AOVE de España con Indicación Geográfica Protegida?
Foto 1 | Junta de Andalucía