El vídeo que podéis ver sobre estas líneas forma parte de la nueva campaña contra las bebidas azucaradas que se está llevando a cabo en Australia, tres de las organizaciones de salud más importantes del país se han unido para intentar convencer a los consumidores de lo perjudicial que resulta abusar de los refrescos azucarados. Al parecer, el consumo de este tipo de bebidas en niños y adultos es muy alto, al menos así se ha demostrado en algunos estudios en los que se ha llegado a determinar que un 47% de los niños con edades comprendidas entre los 2 y los 16 años, consumen diariamente refrescos.
En el vídeo podemos ver a un chico tomando sobres de azúcar, un total de 16, la razón es que las organizaciones de salud como Diabetes Australia, el Consejo del Cáncer y la Fundación Nacional del Corazón, advierten que este tipo de bebidas en un formato de 600 mililitros, están endulzadas con el equivalente a 16 sobres de azúcar, por tanto, la pregunta es la siguiente: ¿a que no te comerías 16 paquetes de azúcar? entonces, ¿por qué te los bebes?.
Consumir diariamente un refresco azucarado podría provocar un incremento de 6’75 kilos al año, si se toman más bebidas al día el aumento de peso es mayor. Las organizaciones de salud exigen una acción inmediata por parte de los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, las escuelas, etc., para que luchen contra las bebidas azucaradas y las destierren para garantizar la salud, calidad de vida y frenar el avance de la obesidad.
Al gobierno concretamente se le pide que adopte medidas como la puesta en marcha de un impuesto que grave los refrescos azucarados, algo parecido al impuesto de los refrescos en Francia. Nos sorprende esta propuesta y más sabiendo que un impuesto no logra frenar el consumo, será interesante retomar la lectura del post Impuestos en los alimentos poco saludables, medidas poco eficaces. En su lectura podíamos saber que gravar los alimentos asociados al sobrepeso y la obesidad podía provocar un efecto negativo. Se ha convertido en una tónica dominante el pretender aplicar impuestos, es preferible adoptar otras alternativas como la educación nutricional en las escuelas, regular a la industria, utilizar otras alternativas endulzantes, etc.
En la campaña contra las bebidas endulzadas se engloban todas aquellas bebidas a las que se ha adicionado azúcar, sean refrescos, bebidas energéticas, zumos de frutas, bebidas deportivas, batidos, etc. Las organizaciones asocian su consumo a todo tipo de problemas de salud, obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares… explican que este tipo de bebidas no deberían formar parte de la dieta diaria y consideran que muchas personas no saben la cantidad de azúcar que consumen al tomar un refresco, para ello nada mejor que ilustrarlo con un vídeo como el de esta campaña. Es una ingesta masiva de calorías vacías, no aportan nada y por ello, consideran que ya es hora de hacer cambios significativos.
En la noticia de The Australian nos explican que las organizaciones de salud pretenden que el gobierno tome cartas en el asunto y limite la venta de estas bebidas en las escuelas y en todos aquellos lugares frecuentados por niños o jóvenes, el objetivo es reducir la disponibilidad para reducir el consumo. No tardaremos mucho en saber si Australia se sube al carro de los impuestos en los alimentos o bebidas que se consideran perjudiciales, de momento la campaña está en marcha y pretende concienciar a la población.
Podéis conocer todos los detalles de esta «guerra» contra los refrescos azucarados a través de la página Rethink Sugary Drinks.