Pues veréis que sí, hay elaboraciones culinarias que se definen como À la bonne femme, o lo que es lo mismo ‘A la buena mujer’, aunque quizá ya las conocéis. La verdad es que nunca nos ha quedado muy claro el sentido de esta aplicación a la elaboración de un asado de pollo, un pescado horneado, un esponjoso bizcocho… su uso puede ser tan amplio o más.
La cocina francesa define À la bonne femme a «una elaboración que evoca una cocina a fuego lento, familiar o rústica» (Larousse Gastronomique, pag. 146). Se puede entender que se está hablando de cocina casera, y que la descripción nació cuando de la cocina del hogar sólo salían platos elaborados por el ama de casa, dedicada exclusivamente a esta y otras labores domésticas.
Es por ello que los platos elaborados ‘À la bonne femme’ también se pueden designar como À la ménagère, es decir, ‘a la ama de casa’. Por lo tanto, lo lógico es que esta descripción la utilicen en restaurantes, dando a entender que va a comer como en casa.
Veamos ciertos matices, pues una buena ama de casa, no sólo cuida la elaboración de las recetas, dedicando el tiempo que sea necesario, entran muchos otros valores que se tienen en cuenta para ofrecer a la familia una alimentación adecuada, equilibrada y en consenso con la economía del hogar.
Las elaboraciones de cocina designadas como à la bonne femme o à la ménagère, parten de ingredientes accesibles, simples y económicos. El buen hacer de la cocinera (o cocinero) debe convertirlos en platos nutritivos, equilibrados, ricos, reconfortantes. Entonces, si en una bandeja de horno ponemos un pollo bien condimentado, unas patatas, un chorrito de vino… y lo asamos en el horno, como resultado podemos decir que tenemos Pollo à la bonne femme.
Del mismo modo cualquier otra receta que entre en los valores antes indicados, sean pescados, verduras, legumbres… Obviamente, en un hogar sobre esta designación, pero ¿creéis oportuno que sea utilizado en restaurantes?. Aunque como sabemos, en nuestro país es común el uso de ‘cocina casera‘, ésta no suele encontrarse en las descripciones de los platos de los restaurantes de alta cocina, y no porque no se preocupen de comprar materia prima económica y sencilla, de hecho, esa es la tendencia actual, sumada a la cocina tradicional ‘con toques creativos’.
Pero en Francia, sí hemos visto que en restaurantes con reputados chefs utilizan À la bonne femme, para transmitir al comensal que lo que va a degustar es comida elaborada con la naturalidad y el mimo de una cocina casera.