Suponemos que no fuimos los únicos que en su día, cuando éramos niños o adolescentes, alguien nos sorprendió cuando ante nuestros ojos cogían una nube o malvavisco (marshmallow, melcocha, jamón…) de las tubulares, rosas y blancas, y las quemaban cuidadosamente para a continuación, llevársela a la boca. Eso en un primer momento, después, al probarlo nosotros ante nuestros progenitores, lo mínimo que podíamos observar era su cara de desaprobación (o de menuda ‘marranada’). Y hoy descubrimos que incluso se comercializan tenedores telescópicos para barbacoa específicamente para quemar malvaviscos.
También recordamos que algunas tiendas de golosinas vendían las nubes congeladas, menos gracia todavía, ¿serían las piezas que se les estaban secando quizá? Suponemos también que nuestra experiencia con las nubes quemadas puede ser diferente a la vuestra, igual que lo es en Estados Unidos y otros países en los que hay infinidad de productos de alimentación que se combinan con este azúcar esponjoso o en la versión untable, la crema de malvaviscos, galletas, tartas, magdalenas, chocolate a la taza, pero es que al fin y al cabo, unos marshmallows naturales no son tan malos como nuestros padres nos han hecho ver, pues se trata de azúcar (mucho azúcar, eso sí) y clara de huevo.
Pero volvamos al tenedor para barbacoa diseñado para quemar malvaviscos, si queréis saber más sobre este dulce podéis leer el post Nubes, marshmallows o malvaviscos, donde os hablábamos de su origen (Francia) y cómo eran los originales, cuyo uso estaba destinado a la aplicación medicinal.
Podéis ver en la fotografía que se trata de un tenedor de dos dientes, fabricado en acero inoxidable y con un mango de caucho temoplástico, se puede exponer hasta los 250º C, y también se puede introducir en el lavavajillas. Este tenedor mide aproximadamente 36 centímetros cuando está cerrado, pero al extenderlo llega casi a los 90 centímetros de largo, lo que permite acercar los alimentos a la barbacoa o a un fuego a tierra, sin tener que acercar la mano al calor.
Lo que nos parece curioso es que se comercialice este tenedor telescópico como un utensilio para quemar malvaviscos, cuando también resulta apropiado para salchichas, butifarras, bacon, pimientos, tomates, pan u otros alimentos que podemos asar en unos minutos en la barbacoa. Hay que decir que el que os mostramos, y que podéis encontrar aquí, no es el único tenedor para malvaviscos, hay varios fabricantes que lo hacen. ¿Vosotros lo conocíais?
1 comentarios
Un regalo ideal para mi marido…
El pobre no sabe ni freir un huevo pero… eso sí, del Weber se encarga él. Que además no se le da nada mal.
Saludos