Acabamos de conocer a través del periódico digital The Independent, un plan secreto europeo para potenciar el cultivo de transgénicos en el que participan numerosos líderes políticos, se trata de una gran campaña preparada a través de reuniones privadas entre los representantes de cada uno de los países que forman la Unión Europea.
Evidentemente, no se puede considerar un plan secreto dado que ya es de dominio público gracias a los documentos confidenciales que The Independent ha logrado obtener. Al parecer, el objetivo es intentar acelerar la producción biotecnológica e introducir nuevos alimentos transgénicos en Europa. En los planes también se incluyen las soluciones para evitar la resistencia pública que se realiza frente a los alimentos transgénicos.
Parece que cada vez es más evidente que la alimentación biotecnológica obligada será una realidad y no sólo por el cambio climático, sino por el deseo expreso de los líderes políticos. Sin duda, esta noticia caerá como un jarro de agua fría a las organizaciones ecologistas y a los productores de alimentos ecológicos, recordemos que los alimentos transgénicos y los alimentos ecológicos no pueden coexistir.
En el plan secreto europeo también se expresa el deseo de que las compañías biotecnológicas como Monsanto adquieran un papel protagonista a la hora de introducir nuevos alimentos en los países europeos y repelan la resistencia a la introducción. Tal y como lo explican en The Independent, se podría decir que se trata de una conspiración a gran escala y que los intereses o los deseos de los consumidores no pintan nada en este tablero de juego. Curiosamente esta información contrasta con la creciente preocupación de los consumidores por disfrutar de alimentos sanos y naturales, evitando los alimentos modificados genéticamente a toda costa.
Gracias a la oposición realizada, países como Inglaterra o Francia han suspendido el cultivo de alimentos transgénicos que podrían ser peligrosos, recordemos que Francia prohibió el cultivo de maíz Mon810 al sospecharse que podía afectar gravemente al medio ambiente. Este hecho provocó que el cultivo de transgénicos se redujera en un 2% en Europa. Pero lo más sorprendente es que parece que todo ha sido una burda pantomima y la prohibición podría haber estado sujeta a otros intereses, ya que representantes del Gobierno francés han participado en estas reuniones secretas y el objetivo no era frenar el cultivo de estos productos, al contrario, buscar el modo de introducirlos más rápidamente.
La situación es bastante grave, según el periódico británico incluso se intenta eliminar aquellos Ministros de Agricultura que están en contra de la producción de transgénicos, sustituyéndolos por otros que estén a favor. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, es el promotor de estas reuniones secretas y también parece el más interesado en la aprobación de los productos transgénicos en Europa lo antes posible.
Será interesante recordarles a los jefes políticos qué ocurre con el glifosato y cuáles son las consecuencias de cultivar alimentos transgénicos, un testimonio podría ser el documental sobre la soja transgénica.
En fin, será cuestión de estar atentos a los acontecimientos y ver cuál es la respuesta de los consumidores y los grupos ecologistas frente al destape de las reuniones secretas para acelerar la aprobación de transgénicos.