Llevábamos días esperando que empezaran a abrirse las flores de cebollino que tenemos en nuestro pequeño huerto urbano, y al hacerlo, no hemos podido evitar fotografiarlas para mostraros que su belleza se puede trasladar al plato. La flor de cebollino es además aromática y ofrece un sabor suave que en el paladar, rápidamente expresa su origen.
Las flores de cebollino surgen de los tallos verdes, el propio cebollino, a partir de la primavera. Pueden estar echando flores varias semanas, según el estado de la planta, el clima y los cuidados que se le prodiguen. De estas flores se pueden extraer después las semillas para sembrar el cebollino, aunque nosotros no le damos tiempo a ello, de hecho, continuamos únicamente con la planta que compramos hace unos años en Biocultura, es cebollino ecológico.
En las floristerías y en tiendas especializadas podéis encontrar cebollino, también se pueden adquirir las semillas y sembrarlas, pero para los impacientes recomendamos comprar las dos cosas y disfrutar del cebollino cultivado en casa además de ver el desarrollo completo de la planta.
Principalmente las flores de cebollino se utilizan para la presentación de los platos, proporcionando su particular atractivo. Nuestra recomendación, es que además se incluya en platos en los que el sabor del cebollino sea complementario al resto de ingredientes, y además, invitar a los comensales a que la prueben, aunque en algunos casos todavía encontramos algunas personas reacias a comer flores, finalmente terminan probando y sorprendiéndose gratamente.
También se pueden hacer aceites aromáticos con la flor de cebollino, así como vinagres aromatizados, preferiblemente utilizando vinagres suaves. Y como imaginaréis, no conviene cocinarlas, sino incluirlas en los platos en el último momento.
Lo bueno de tener el cebollino en casa es que puedes servir las flores bien frescas, recién recolectadas, y en caso de necesitar una ‘cosecha’ extra para una comida especial, si el cebollino no te ha dado suficientes flores, siempre se puede comprar en tiendas especializadas o tiendas de alimentación gourmet y bien surtidas. Las presentan en pequeños estuches que se pueden conservar en el frigorífico durante tres o cuatro días.
3 comentarios
¡Interesantísimo! No sabía que se podían comer. Nuestro cebollino ya hace días que está lanzando espigas arriba, però aún no ha abierto las flores, será el clima más norteño que el vuestro 🙂
Por cierto, ¿hay algún cuidado especial a tener en cuenta para que viva de un año para otro? Es el primer año que tenemos cebollino y no tenía ni idea de que durara más de una temporada 🙂
Nosotros acostumbramos a ir utilizando el cebollino durante los meses de apogeo, con la llegada del otoño deja de crecer, a principios de otoño lo cortamos a ras de tierra. Nacen nuevos brotes pero son finos, se dejan y se riega cada 15 días.
Así hasta un par de semanas antes de primavera, entonces empieza a brotar con fuerza y de nuevo el ciclo. El nuestro lo tenemos hace tres años y lo hemos trasplantado una vez de maceta, de momento aguanta.
Saludos.
No sabía que la flor se podía consumir, corté el cebollin y la flor aún cerrada estaba verde, q pena pero para la próxima disfrutaré todo el proceso. gracias por el artículo.