Hoy conocemos una propuesta para prohibir las razas de pollos de rápido crecimiento en la UE debido a las preocupaciones sobre el bienestar animal. La propuesta la realiza Eurogroup for Animals, organización sin ánimo de lucro que actúa como representación colectiva de las asociaciones de protección animal en Europa, con la finalidad de mejorar el bienestar de los animales mediante la promoción de políticas y legislaciones más estrictas en la Unión Europea.
Eurogroup for Animals solicita priorizar las razas de pollo de crecimiento y engorde más lento en el marco de la legislación europea, ya que se trata de razas que tienen mejores indicadores de bienestar animal. Los pollos de rápido crecimiento y engorde suelen tener distintos problemas de salud, por ejemplo, más dificultades para caminar, son más agresivos y su índice de mortalidad es mayor en comparación con el de los pollos de crecimiento más lento.
La actual directiva europea del año 2007 que regula la cría avícola no prohíbe las razas de pollo de rápido crecimiento, por ello la organización animalista aboga porque en el próximo mandato de la Unión Europea se revise la normativa como parte de una importante revisión de la legislación sobre bienestar animal. También sugiere seguir el Compromiso Europeo del Pollo (ECC), cuyo objetivo es impulsar una serie de estándares mínimos de bienestar animal en la cría de estas aves.
Se considera que es imposible que los pollos de engorde y crecimiento rápido puedan vivir una vida en la que puedan estar cómodos, sanos y tener experiencias satisfactorias de su condición. A esto hay que añadir algunos problemas que afectan a la carne de pollo de producción intensiva y especialmente a las pechugas del ave, hablamos del ‘síndrome de la pechuga de madera’, problema creciente en el que las pechugas integran fibras musculares duras y elásticas, por lo que resultan más gomosas y difíciles de consumir. También se pueden citar las rayas blancas o estrías que aparecen en las pechugas de pollo y que son líneas de grasa (depósitos) que atraviesan la carne y que afectan a la textura y valor nutricional.
La ONG propone que la Unión Europea defina una lista de razas de crecimiento lento autorizadas, estableciendo un límite en el crecimiento de unos 50 gramos diarios, algo recomendado por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea). Esta petición se inspira en la normativa de la ganadería ecológica, donde se impone un período mínimo de crianza para las razas de crecimiento lento.
Obviamente, la solicitud no es bien recibida por los productores avícolas europeos, que advierten que la medida incrementaría el precio de venta de la carne de pollo y podría generar problemas medioambientales. AVEC, organización que representa al sector europeo de la carne de ave, publicó este estudio en el que se analiza el coste y las implicaciones del compromiso europeo sobre el pollo en la UE, donde entre otras cosas se concluye que se incrementaría el coste en un 37’5% por cada kilo de carne de pollo producida, aumentaría un 35’4% en el consumo de agua y un 24’4% las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que el total de carne producida se reduciría un 44%, lo que impediría satisfacer la demanda.
AVEC señala también que los precios más elevados de la carne de pollo podrían excluir a muchos consumidores, lo que además favorecería la importación de esta carne por terceros países, ya que las previsiones apuntan a un aumento notable de su consumo. En este sentido y por citar un ejemplo, recordemos que en países como la India, la avicultura deja mucho que desear, ya que para compensar las malas condiciones higiénicas se proporciona a las aves colistina, un antibiótico considerado de último recurso, de ahí que ese país se considere el epicentro de la crisis mundial de la resistencia a los antibióticos. En otros países tienen regulaciones más precarias y llevan a cabo prácticas que están prohibidas en la UE, esa carne es de peor calidad y es aceptada en el mercado comunitario.
Eurogroup for Animals argumenta que en algunos países comunitarios se han implementado mejoras en el bienestar de los pollos de engorde, lo que demuestra que es posible la transición. En todo caso se ve que es necesario que se equilibre el tema del bienestar animal con las consideraciones económicas y medioambientales a la hora de implementar nuevas políticas avícolas comunitarias.
Podéis conocer todos los detalles de la solicitud a través de este artículo publicado en la página de Eurogroup for Animals, y en este otro artículo están los argumentos de la organización AVEC.
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