En diferentes países del mundo se han llevado a cabo estudios exhaustivos sobre la relación entre el consumo de sal y el cáncer de estómago, especialmente en poblaciones asiáticas, donde los alimentos salados son una parte importante en la dieta, consumen salazones, salsas muy saladas, adobos, etc. Sin embargo, nuevas investigaciones a largo plazo han confirmado la mencionada relación y se demuestra por primera vez que la relación entre el abuso del consumo de sal y el riesgo de cáncer de estómago también es relevante en los países occidentales.
El cáncer de estómago es uno de los tipos de cáncer más comunes en el mundo y a los profesionales de la salud les preocupa que en los últimos años se experimente un aumento de esta enfermedad en personas menores de 50 años, algo que también ocurre en aquellos países considerados de bajo riesgo. Esta tendencia sugiere que los factores dietéticos podrían desempeñar un papel importante en el desarrollo de la enfermedad, junto con otros factores como pueden ser el consumo de alcohol, el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, etc.
En el estudio realizado por expertos de la Universidad Médica de Viena, se examinaron los datos de más de 470.000 personas adultas que participaron en un amplio estudio de cohorte británico conocido como «UK-Biobank«, en el periodo comprendido entre el año 2006 y el año 2010. Los investigadores recopilaron diversas respuestas a preguntas clave, incluida la frecuencia con la que las personas añadían sal a sus comidas. Hay que destacar que este cuestionario se había diseñado inicialmente para comprender mejor los hábitos dietéticos de la población sujeta al estudio.
Los investigadores realizaron un análisis meticuloso comparando las respuestas del cuestionario con mediciones objetivas como, por ejemplo, la excreción de sal en la orina, pero también recopilaron datos de los registros nacionales de cáncer. Al cotejarlos se observó que aquellas personas que comentaron que agregaban sal siempre o con frecuencia a sus alimentos, tenían un incremento del 41% del riesgo de desarrollar cáncer de estómago, en comparación con aquellas personas que añadían sal ocasionalmente a sus comidas o simplemente no la añadían.
Los expertos destacan que los resultados obtenidos tenían peso incluso después de considerar y controlar otros factores y variables que podían influir en los resultados, como los demográficos, los socioeconómicos y el estilo de vida, así como comorbilidades prevalentes (cuando una persona tiene dos o más trastornos o enfermedades) entre la población sujeta al estudio.
El cáncer de estómago afecta cada vez a más personas jóvenes
Como decíamos, el cáncer de estómago es uno de los tipos de cáncer más comunes en todo el mundo y el riesgo de padecerlo aumenta con la edad, pero los expertos explican que las estadísticas revelan un incremento notable de la enfermedad en personas menores de 50 años. El estudio proporciona una comprensión más profunda de cómo los hábitos alimenticios, y concretamente aquellos relacionados con el consumo de sal, pueden estar asociados con un mayor riesgo de cáncer de estómago. Los resultados no hacen más que destacar la importancia de seguir una dieta equilibrada y moderada en sal como parte de las estrategias de salud pública para la prevención de enfermedades crónicas y de cáncer estómago.
Desde hace tiempo se investiga cómo contribuye exactamente la sal al incremento del riesgo de padecer cáncer de estómago, y varios estudios han sugerido posibles mecanismos, como que la sal en la dieta pueda alterar el revestimiento del estómago haciendo que sea más susceptible a la colonización de la bacteria H. pylori, que está relacionada con el aumento del riesgo de padecer este tipo de cáncer. Aunque en este caso, hay que destacar que otros estudios han identificado la asociación sal y cáncer independientemente de la presencia de la mencionada bacteria.
El estudio tiene limitaciones, por ejemplo, el número pequeño de casos de cáncer de estómago, la falta de datos dietéticos detallados de todos los participantes, y al ser un estudio estadístico, no demuestra causalidad. Sin embargo, es un paso en la comprensión de cómo la dieta puede influir en el riesgo de cáncer de estómago en las poblaciones occidentales. Los investigadores explican que con este nuevo trabajo quieren concienciar a la población sobre los efectos negativos del consumo extremadamente elevado de sal, sentando las bases de un conjunto de medidas que tengan como objetivo la prevención del cáncer de estómago.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página de la Universidad Médica de Viena, y en este otro publicado en la revista científica Gastric Cancer.