Un grupo de investigadores del Centro de Investigación CIVA Universidad de la Rioja y la Universidad Pública de Navarra, ha llevado a cabo un estudio para evaluar la prevalencia de Listeria monocytogenes y la Listeria spp en las carnes de cerdo, pollo, codorniz, pato y pavo, además de determinar la presencia de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos.
Los expertos recogieron 184 muestras de carne de diferentes comercios minoristas de La Rioja, 39 de cerdo, 37 de codorniz, 37 de pavo, 35 de pollo y 31 de pato, para su análisis. Según los resultados, en un 24,46% de las muestras se detectó Listeria spp, mientras que en un 10,32% se detectó la presencia de Listeria monocytogenes, los investigadores explican que dependiendo del tipo de carne, tiene mayor prevalencia un tipo de listeria, así, la Listeria monocytogenes fue el principal tipo de Listeria encontrado en la carne de pollo, codorniz y cerdo, mientras que Listeria innocua y Listeria welshimeri fueron las especies predominantes en la carne de pato y pavo.
Sobre la resistencia a los antibióticos, los investigadores detectaron que 33 cepas bacterianas de Listeria spp (55,93%) eran resistentes al menos a dos familias de antibióticos. Pero lo más preocupante fue que las tasas más altas de resistencia se detectaron en la Listeria monocytogenes (73,68%), en la Listeria innocua (70,59%), y en la Listeria inanovii (50%). Decimos preocupante porque se ha comprobado que la L. monocytogenes tenía resistencia a la ampicilina, un antibiótico betalactámico ampliamente usado para tratar infecciones bacterianas, y al trimetoprima-sulfametoxazol, combinación de antibióticos que trata infecciones de diversa índole, incluida la listeriosis.
Según los resultados de los análisis, se detectó listeria en 13 de 31 muestras de carne de pato, en nueve de 30 muestras de carne de cerdo, en nueve de 35 muestras de carne de pollo, en siete de 37 muestras de carne de codorniz y en siete de 51 muestras de carne de pavo. Concretando, se detectó la presencia de Listeria monocytogenes en siete de 37 muestras de carne de codorniz, en seis de 35 muestras de carne de pollo, en cuatro de 30 muestras de carne de cerdo y en dos de 51 muestras de carne de pavo.
Sobre la tasa de bacterias resistentes a los antibióticos, de 59 cepas de listeria, 33 habían desarrollado resistencia a múltiples antibióticos, es decir, a más de tres familias de estos fármacos. La tasa más alta de resistencia a múltiples antibióticos se detectó en la Listeria monocytogenes con 14 de 19 cepas, los expertos destacan que una cepa de Listeria monocytogenes presente en una muestra de carne de pollo fue resistente a seis tipos de antibióticos, y en una muestra de carne de pavo se detectó una cepa resistente a cinco tipos de antibióticos.
La tasa de resistencia más alta se detectó en la carne de codorniz con seis de siete cepas resistentes a múltiples antibióticos, le sigue la carne de cerdo con seis de 1, la carne de pato con nueve de 19, la carne de pavo con cuatro de nueve y la carne de cerdo con cuatro de 12 cepas resistentes. Se apunta que se encontró resistencia a la ampicilina y al trimetoprim-sulfametoxazol en cepas de Listeria monocytogenes aisladas de pollo, esto resulta preocupante ya que se trata de fármacos que se utilizan en el tratamiento de la listeriosis.
Aunque se trata de muestras que se han obtenido en comercios de La Rioja, es muy probable que se trate de un problema a nivel nacional, por lo que se puede pensar que la Listeria monocytogenes está presente en diferentes productos cárnicos españoles y probablemente también estén presentes cepas que sean resistentes a los antibióticos. El problema es mucho más extenso, abarca a la Unión Europea y probablemente afecta a todos los países del mundo, recordemos que en Estados Unidos EWG (Environmental Working Group) llevó a cabo un estudio en el que se concluyó que casi el 80% de la carne que se puede encontrar en un supermercado en Estados Unidos, está contaminada con bacterias resistentes a los antibióticos, de ello hablábamos aquí.
Los investigadores hablan en el estudio que podéis leer aquí detalladamente, de la necesidad de tomar medidas especiales para reducir la contaminación de la carne, extremar las medidas en la limpieza y desinfección que eviten la contaminación cruzada, la manipulación, la preparación, y en toda la cadena alimentaria en general. Añadiríamos la necesidad de reducir el uso de antibióticos en los animales de las granjas, recordemos que según un estudio de la EFSA, el ECDC y la EMA, se podría revertir la proliferación de bacterias resistentes a estos fármacos, de ello hablábamos en este post.
Sería interesante que se realizara un estudio similar a nivel nacional, posiblemente los resultados nos sorprenderían.