Crecen las ventas de las marcas blancas ante la escalada generalizada de los precios de los alimentos. Los consumidores buscamos las alternativas más acordes a nuestro bolsillo, e esta es una de ellas, comprar alimentos que portan la marca de la cadena de supermercados o hipermercados sin decir quién es el fabricante, aunque los etiquetados están cambiando.
Cada vez son más los consumidores que se dan cuenta de que un determinado producto de marca blanca ofrece, en muchas ocasiones, la misma calidad que un producto con marca de prestigio, de hecho, muchas veces son el mismo producto y el ahorro al comprar un alimento de marca blanca puede suponer hasta un 40%.
Pondremos un claro ejemplo, el Fuet Espetec Extra que comercializa Mercadona bajo la marca Hacendado ha sido fabricado por Casa Tarradellas, tiene un coste de 1,78 euros por 240 gramos de producto. En el mismo supermercado se comercializa un Fuet Espetec Extra con la marca Casa Tarradellas, su coste es de 1,55 euros por 180 gramos de producto. Nosotros hemos probado ambos y presentan las mismas características, creemos además que el marketing está diseñado para vender más fuets bajo la marca Hacendado, el menor peso del producto de marca y un precio algo más elevado en proporción, propician una clara tendencia en el consumidor, “mismo fabricante, más cantidad y menor precio”.
Aumentan las ventas de las marcas blancas porque la necesidad obliga, el considerable aumento de los precios, la pérdida de poder adquisitivo, en resumidas cuentas, la actual situación que estamos sufriendo en España a nivel económico, propicia el rápido crecimiento de los productos “sin nombre”, siendo más económicos y ofreciendo casi la misma calidad, es lógico que el consumidor se decante por ellos.
Esta nueva situación perjudica a los alimentos amparados bajo el logotipo de empresa que muchos asocian a una mayor calidad, el presidente de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) anuncia que a lo largo del presente año, algunas empresas tendrán que cerrar porque están sufriendo un importante parón en las ventas, nosotros añadiríamos otra posibilidad, la de que estas empresas terminen engrosando la fabricación y elaboración destinada a las marcas blancas.
Ya hace algún tiempo que las empresas de alimentación empezaron a cambiar sus estrategias de venta potenciando estos productos bajo el nombre del establecimiento en el que se comercializa, indudablemente este será el año blanco. Ahora bien, puede darse el caso de que sean las marcas blancas las que empiecen a mostrar un incremento de los precios, o bien para que los empresarios puedan seguir obteniendo mayores beneficios o para salvar las propias marcas alimentarias que sufren la reducción de ventas.
No sólo los consumidores utilizan estos productos, también han llegado a las cocinas de muchos restaurantes, y es que al fin y al cabo, lo que se busca es la calidad.
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