Las negociaciones para el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur se han detenido

De nuevo, y de momento, las negociaciones para el tratado comercial entre la Unión Europea y Mercosur se han detenido, así lo ha dado a conocer el presidente francés Emmanuel Macron, que ha pedido una revisión en profundidad de la lógica y el enfoque europeo, argumentando qué normas de reciprocidad sobre estándares medioambientales y sociales no son aceptables para los agricultores de la UE.

Mercosur o Mercado Común del Sur

Se ha anunciado que las negociaciones para el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur se han detenido, algo que ha ocurrido pocas horas antes de que un Comisario de la Unión Europea viajara a Brasil para su firma. De momento es una buena noticia, y para saber por qué, es interesante conocer un poco en qué medida afectaría a los consumidores, a los agricultores, a los ganaderos, a las normas de seguridad alimentaria, ambientales y de salud de la UE, entre otras cosas.

¿Qué es Mercosur o Mercado Común del Sur? Se trata de un bloque económico formado por países de América del Sur como Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia o Ecuador, entre otros. Durante 20 años se ha estado negociando un acuerdo entre la UE y Mercosur con cláusulas que a juicio de muchos, debilitan el principio de precaución, la salvaguardia de la protección de los consumidores y la salud, así como otras cláusulas concretas que buscan solucionar controversias entre los inversores y los estados. Lo peor es que este tipo de relaciones comerciales tienen muchos puntos que se ocultan a los ciudadanos europeos.

A principios de 2018 hablábamos de este acuerdo y de algunas de sus consecuencias, por ejemplo, que las empresas brasileñas productoras de carne podrían comercializar carne a precios muy bajos, exportándose de forma masiva a la Unión Europea y con todo lo que ello conllevaría a los pequeñas ganaderos de la UE. A nivel medioambiental, este tratado favorecía el aumento de la producción cárnica de Brasil, lo que lamentablemente incrementaría la deforestación de grandes extensiones de selva. En el marco de la seguridad alimentaria y la salud, las normas brasileñas no son tan rigurosas como las normas comunitarias, y para poder aceptar la importación de carne brasileña, la UE debería suavizar la legislación.

Hay que decir que hemos señalado un problema, pero hay muchos más, como el uso de productos fitosanitarios, algunos de estos productos que tienen permiso de uso en Brasil, están prohibidos en la Unión Europea, lo que obligaría a relajar las normas en esta materia para facilitar la entrada de alimentos vegetales tratados con ellos a la UE, además, a un menor coste que los producidos en suelo comunitario. Por ello y desde hace años, el objetivo de varias organizaciones como Foodwatch, ha sido y es proteger los intereses y derechos de los ciudadanos comunitarios, denunciando que la UE no debe proteger los intereses comerciales de las grandes empresas.

El caso es que en el año 2019 las negociaciones habían concluido, pero el proceso de firma se paralizó debido a la posición sobre la deforestación del presidente brasileño Jaïr Bolsonaro. Las conversaciones se reanudaron cuando Luis Ignacio “Lula” da Silva fue elegido en 2022 presidente de Brasil. En 2023 hablábamos de la urgencia que tenía la UE por ratificar el acuerdo comercial, y apuntábamos problemas como la importación masiva de todo tipo de productos agrícolas de los países de Mercosur, algo que sería incompatible con la estrategia del Pacto Verde Europeo, donde una de sus premisas establece la necesidad de que el sistema alimentario comunitario sea más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Países que forman Mercosur o Mercado Común del Sur

El año pasado Foodwatch explicaba que este acuerdo con Mercosur tiene como principal objetivo importar más carne y productos agrícolas de los países de Mercado Común del Sur, y como contrapartida, se podrán exportar más automóviles, maquinaria, herramientas, productos químicos y productos fitosanitarios desde la UE a esos países. Esto es un grave problema, ya que incrementa la dependencia de los alimentos de terceros países, cuya calidad sería menor y aceptada por la UE por la relajación de las normas. Además, las explotaciones europeas no podrían competir por precio y podrían tener que cesar su actividad.

Por fortuna, no se firmó en 2023 debido al bloqueo ejercido por Francia, y es que su texto para el país galo, carecía de normas de reciprocidad en cuestiones medioambientales, sanitarias, de seguridad y sociales, es decir, lo que han estado denunciando varias organizaciones europeas y latinoamericanas. El presidente francés Emmanuel Macron ha declarado que el país seguirá con su oposición al acuerdo hasta que no se solucionen esas cuestiones, apuntando además que se defenderán los intereses legítimos de los agricultores en las negociaciones comerciales, a fin de garantizar reglas justas para que se respeten las normas en los acuerdos comerciales.

Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, no es la primera vez que se anuncia que se velará por los intereses de agricultores, ganaderos, consumidores, etc., y sin embargo, se han alcanzado acuerdos que claramente sólo benefician a las cuestiones comerciales y casi se podría decir que a cualquier precio. Merece la pena conocer esta iniciativa “Por una alternativa al acuerdo de liberalización comercial UE-Mercosur”, donde Foodwatch y 170 organizaciones de Europa y Latinoamérica solicitaban abandonarlo y basar las relaciones políticas, comerciales y geopolíticas en nuevos principios de solidaridad, igualdad, cooperación, sostenibilidad y democracia.

Como explican aquí, de momento las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio común UE-Mercosur se han paralizado, y decir “de momento”, parece dejar claro que se firmará antes o después, porque ese es el objetivo marcado hace más de dos décadas. Estaremos atentos a nuevas noticias, especialmente las que hagan referencia a los cambios en los puntos del acuerdo que perjudican a los ciudadanos comunitarios.

Gastronomía y Cia - Mar Gavilán y Javier Muniesa

Mar Gavilán y Javier Muniesa

En 2005, fundamos el primer blog gastronómico colaborativo en España, que rápidamente se convirtió en un referente en el ámbito gastronómico. En 2008, dimos un paso adelante y creamos Gastronomía & Cía de manera independiente. Para nosotros, ha sido un sueño hecho realidad combinar nuestras pasiones por la gastronomía, la creatividad y la divulgación. Ahora nuestro objetivo es inspirar, informar, deleitar y conectar con todos los entusiastas de la cocina.

Deja una respuesta

Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades (astroturfing) o suplantando a otros comentaristas. Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE PROTECCIÓN DE DATOS:

Responsable: Gastronomía & Cía
Finalidad: Gestión de suscripciones al blog y moderación de comentarios
Legitimación: Consentimiento del interesado
Destinatarios: No se comunicarán los datos a terceros, salvo por una obligación legal.
Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional.
Información adicional: Puede consultar la información detallada sobre la protección de datos aquí.