Hace unos días nos hacíamos eco de la petición realizada por BEUC (Organización Europea de Consumidores) a la Unión Europea, en la que se pide la prohibición total de las declaraciones de neutralidad del carbono en alimentos y bebidas en Europa. La razón principal es que se consideran declaraciones engañosas que no se ajustan a la realidad y que provocan confusión entre los consumidores.
Pues bien, ahora podemos saber que la marca de zumos Granini ha dejado de anunciar que sus zumos son neutrales en carbono en Alemania. Se trata de un logro de la organización de consumidores Foodwatch, un paso más para que las empresas alimentarias dejen de llevar a cabo el denominado “lavado verde”, donde intentan mostrar a la sociedad que toman medidas inmediatas y efectivas sobre el impacto climático que generan.
Foodwatch dio un toque de atención al Grupo Eckes – Granini, el mayor grupo empresarial especializado en la producción de zumo de frutas en Europa, por su publicidad climáticamente engañosa, y es que no se puede poner una etiqueta de estas características cuando lo máximo que se compensa es tan sólo un 6’9% de las emisiones totales generadas con la producción de zumos.
Granini incluía en algunas de sus bebidas, como el zumo de mango, el mensaje de carbono neutral, con un logotipo de diseño propio en el envase que, además, fue certificado. Al acceder a la página de Granini España podemos leer “Desde enero 2021, hemos sido certificados como organización “Climate Neutral” por la empresa Climate Partner compensando todo el CO2 emitido por nuestras actividades comerciales directas y fábricas de nuestro grupo.” Sin embargo, en Alemania, la investigación de Foodwatch mostró que la empresa compensaba como mucho un 6,9 por ciento de las emisiones totales.
El fabricante de zumos anuncia en una declaración de cese y desistimiento, que dará por concluido ese tipo de publicidad una vez se haya agotado todo el material de embalaje. Afirmaciones asociadas a la neutralidad en carbono, como puede ser carbono neutral, CO2 neutral, carbono positivo o carbono neutral certificado, no terminan siendo concluyentes sobre cuán amigable con el clima es realmente un producto, por lo que proporcionan la falsa impresión de que son una opción acertada que beneficia al medio ambiente.
Según el estudio de Foodwatch, un producto puede comercializarse con declaraciones climáticas sin cumplir especificaciones concretas, ya que las empresas certificadoras como Climate Partner o Myclimate, no las hacen. En cambio, incluso los fabricantes de productos no ecológicos pueden contar fácilmente con la compra de créditos o bonos de CO2 para proyectos climáticos cuestionables de una manera respetuosa con el clima, algo de lo que hablábamos en la petición realizada por BEUC.
Según un estudio del Öko-Institut, instituto de investigación ambiental con sede en Alemania, sólo el 2% de los proyectos mantienen el efecto de protección climática que prometen. Ahora sería interesante saber si Granini se limitará a realizar el cambio en Alemania o en cualquier país donde tenga presencia, porque, de momento, no hemos visto nada anunciado en su página web, y tampoco se han realizado modificaciones del texto relacionado con la neutralidad del carbono, quizá lo hagan más adelante, o no.
Foodwatch. al igual que BEUC, está a favor de prohibir la publicidad climática engañosa en los alimentos y bebidas, y actualmente el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros, discuten una propuesta en la que se empodera a los consumidores para la transición ecológica, dicha propuesta contempla la posibilidad de prohibir esas afirmaciones que hablan de neutralidad con el carbono, ya veremos si llega a buen puerto.
Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de la página oficial de Foodwatch Alemania.
Fotos | Foodwatch