Han pasado unos ocho años de nuestra última visita a la ciudad de Córdoba, en aquella ocasión visitamos la Mezquita-Catedral, que nos enamoró, y pueblos encantadores, bodegas, almazaras, fábricas de Jamón Ibérico de Los Pedroches, restaurantes, tabernas, el recién inaugurado Mercado Victoria… Y este fin de semana hemos vuelto, ha sido una visita más corta pero muy bien nutrida de arte, cultura y gastronomía.
Además, coincidía con la celebración de la Feria de Córdoba que tiene lugar en estas fechas, pero no ha habido Feria de Mayo, lo que se ha celebrado es lo que han denominado la ‘Feria no feria’, ya que por los motivos que todos conocemos, el covid-19, se han cancelado muchos eventos tradicionales. Aún así, el ambiente en las calles de Córdoba era de lo más agradable, y los cordobeses y los turistas que estábamos lo hemos disfrutado.
Os contaremos lo que más nos ha gustado, empezando por la cena de la primera noche en Córdoba que fue en el restaurante Garum 2.1, donde el chef Juan Luís Santiago nos agasajó con algunos de los mejores platos de la cocina tradicional cordobesa con un toque creativo y actualizado. Íbamos un grupo de apasionados por la gastronomía y el turismo, dado que fuimos invitados como prescriptores a su evento ‘Degustando Córdoba’, organizado por el Consorcio de la Gastronomía Cordobesa, formada por Hostecor y los Consejos Reguladores de las D.O. con la colaboración de Imdeec (Instituto Municipal de Desarrollo Económico).
Dicho evento nació con el objetivo de promocionar el turismo gastronómico de la ciudad de Córdoba, y especialmente de la zona de la Judería, pues es una de las más afectadas por la pandemia de coronavirus. Nos alegra ese compromiso adquirido por el gobierno local con dos de los sectores más afectados por la pandemia, el turismo y la hostelería, juntos se convierten en el tan preciado Turismo Gastronómico, que permite vivir experiencias más ricas, placenteras, emocionantes… porque nos descubre el patrimonio culinario y cultural siendo partícipes de ello.
Llegamos a Garum 2.1 (Bistronomic Tapas Bar) aún de día, en esta época ya podemos disfrutar de días más largos, por lo que pudimos dar nuestro primer paseo por la Judería. Este restaurante se encuentra en la calle San Fernando, a la altura de los números 120-122, y directamente nos condujeron por las escaleras a la azotea, donde pudimos contemplar como se ‘encendía’ la luna para iluminar la experiencia gastronómica. Las sensaciones no siempre se pueden plasmar con palabras, así que pasamos a los platos.
Empezamos con una degustación de aceite de oliva virgen extra de la variedad Picudo, el Legado Ortega Pallarés (Cabra, Córdoba) presentada en tres texturas, el oro líquido en su estado natural, en mantequilla y en pequeñas rocas que, deducimos, se elaboraron con maltodextrina. Y se acompañaba con un tierno y sabroso pan artesano, como no podía ser de otra forma, del que tuvimos que pedir más porque un buen jamón ibérico de Los Pedroches también merece un buen pan (aunque solo y con un Montilla-Moriles fresquito también es un manjar).
Tomamos distintos vinos de Bodegas Alvear, un fino, un fino en rama y el 3 Miradas, buenas elecciones para el primer salmorejo de nuestra estancia en Córdoba, ya sabéis que es uno de nuestros platos favoritos del verano, y debemos decir que Juan Luis Santiago lo borda. De hecho, el Salmorejo amontillado de Garum 2.1 fue ‘Mejor Tapa del Concurso Córdoba Gastronómica’. Este salmorejo lleva una gelatina de vino amontillado, gambas, anchoas y manzana, es una combinación exquisita, y la base es puro terciopelo.
Ya con el sabor de Córdoba impregnado en nuestras papilas gustativas, empezó la música en directo de la mano de Remedios Castro, os invitamos a que disfrutéis de una de las canciones con las que amenizó la velada (fue un gran espectáculo) al final de estas líneas, ya que hicimos un vídeo que compartimos en nuestro perfil de Instagram. Por cierto, quizá conocéis a esta cantante flamenca porque participó en la tercera edición del concurso de talentos ‘La Voz’.
Continuando con la primera cena de ‘Degustando Córdoba’ (disculpad por el inciso musical, necesario para intentar transmitir la experiencia global), llegó a la mesa un refrescantes Salpicón de primavera, foie de rape, espárragos, habas y guisantes, con un punto de acidez algo alto para quienes lo preferimos muy sutil, pero con una grata sorpresa con ese hígado de rape que acariciaba el paladar, finalmente se encontraba el equilibrio, y también en las texturas con las hortalizas crujientes.
El mejor plato de la noche (para nuestro gusto) fue el Morrillo de atún rojo encebollado con torreznos de papada, un plato muy popular, pero con la elaboración magistral de Juan Luis Santiago, no se puede añadir más, es un plato para probar y para repetir. Y para finalizar la parte salada del menú nos sirvieron otro plato ganador del chef cordobés, es un trampantojo de rabo de toro y se llama ‘Me muero por tus huesos… de oro y azabache’, este plato ganó el certamen de la 4ª Ruta Sentero, en 2019, con el primer premio en la Categoría Innovación. En la calería de imágenes podéis verlo en detalle.
Y el postre, muy rico, tanto para los muy golosos como para los que no lo son tanto. Es lo que tiene el queso y salirse de las modas (ahora todo son tartas de queso, ¿no?). Juan Luis Santiago nos preparó un Cremoso de queso de cabra con salsa de tocino de cielo muy elegante en boca, un buen punto y final para una cena que nos dio la bienvenida a Córdoba conquistándonos completamente.
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